*escuchen la canción mientras leen*
-Te estoy esperando en el bar, dale que no quiero cocinar cuando llego a casa Junior- Blas corta el teléfono y se pone a terminar las hamburguesas que había preparado para su amor.
Junios no llega más y él está súper cansado, se dirige al baño a lavarse la cara y poder despabilarse un poco, no quiere que su novio lo vea en ese estado.
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-mmhm qué hermosa vista estoy teniendo desde acá atrás-dice Junior mirando hacia la cola de su novio-Hola mi amor- lo saluda con un besito en el cuello, blas cierra los ojos y se estremece de los pies a la cabeza, no puede evitar sentirse de esa forma cuando esta cerca de él, todo su cuerpo necesitaba sentir sus manos, sus labios, piel con piel, como hace bastante no lo sentía
Blas se da vuelta y lo besa, de forma necesitada, apasionada, introduciendo su lengua en la boca del menor, quien gime seductoramente, y eso al rizado lo enloqueció, empujó a junior contra la mesada del baño y lo sentó en esta y le abrió las piernas para acomodarse entre ellas, se besaban con tal desesperación que cuándo se separaban para respirar se podía notar sus labios rojos e hinchados de tanta pasión.
El menor en un momento lo paró y Blas se quejó, pues estaba tan necesitado de su toque que creía que iba a volverse loco
-Amor, mmh, amor pará- Decía Ju entre gemidos, a lo que Blas se separó y le preguntó qué pasaba-Estamos en el baño del bar, las cámaras van a grabar todo- Dijo Junior todo ruborizado y con los pelos alborotados de tanto que Blas jugó con el
-Deja que graben, después lo podemos descargar y ver en casa- insinuó Blas levantando las cejas a lo que Junior respondió pegándole en el hombro y riéndose
-Sos un salame- se bajó de la mesada y se dirigió a la salida del baño
Blas en su lugar se quedó entre excitado y sorprendido, pensó que realmente lo iban a hacer ahí, es decir, él se moría de ganas y no podía permitir que eso no pase, además, el bar estaba cerrado, ¿Qué lo evitaba?
Apresuró el paso y agarró a Junior desde atrás y lo apretó contra la pared para seguir besándolo
-Amor dale ¿No te da morbo hacerlo acá?- Le decía mientras besaba su cara e iba bajando hacia su cuello, el menor no podía, ni quería resistirse, era él, era su novio, el que tenía todo su corazón y alma ¿Por qué no?
-Está... bien- Le dijo, estaba tan excitado y tan necesitado de su toque que no podía ni hablar, le agarró la cara y lo besó, esta vez siendo él quién introdujo su lengua en la boca de Blas, le sacó el chaleco del bar y comenzó a tocarlo por debajo de esa remera negra que, le gustaba tanto como le quedaba, pero ahora Junior creía que se vería mucho mejor tirada en el piso de ese baño, y así lo hizo, de tanta fuerza que utilizó, terminó rompiendola y Blas se rió
-Ese era mi uniforme de trabajo- le dijo, a lo que el más alto respondió
-Me importa un carajo tu uniforme, quiero que me toques y quiero tocarte, sin ropa de por medio, hace mucho no nos damos ese gusto-Blas se estremeció, de nuevo, su novio podía ser lo más tierno y amoroso en el ámbito social, pero cuando se trataba de hacer el amor, se convertía en alguien distinto, salvaje que sólo necesitaba que él lo toque y lo bese y le haga sentir placer.
Entre beso y beso fueron deshaciendose de la ropa del otro, Blas besaba el pecho de Junior con necesidad y Junior que gemia su nombre mientras le tiraba del pelo y tocaba su espalda, la única prenda que quedaba entre ambos eran sos boxers, ninguno soportaba más esa tortura, pero Junior fue el que cambió de lugar con Blas y lo dejó a este contra la pared, mientras iba dejando besos, húmedos besos, desde su cuello pasando por su pecho y llegando hasta el borde de la cintura de la ropa interior que su novio llevaba, lo agarró entre sus dientes y Blas gimio, fuerte, no aguantaba más
-Sacalo Junior por favor, no soporto más todo esto- y el menor así lo hizo, y se quedaron ambos sin aire, Blas por tener a su novio así, arrodillado ante él, como vino al mundo, y Junior porque, cada día se sorprendía más, el tamaño, la piel, la textura, todo era perfecto, y después de los labios de su novio, esa era la parte preferida del cuerpo de Blas.
-Y ahora.. qué me vas a hacer?- El rizado le preguntó con picardía, mirandolo desde arriba, expectante, y a punto de explotar-
Junior sin responder, le hizo una cara pícara y tomó entre sus manos el miembro del mayor, lo frotaba de arriba a abajo, de izquierda a derecha, y de la forma más sensual que existía, Blas tenía los ojos cerrados mientras gritaba, y sentía un placer enorme y arrasador, sentía que sus piernas ya no soportaban el peso de su cuerpo, estaba en las nubes, y creyó que no había nada más que Junior podía hacer con él, pero se equivocó....
De repente, gritó, un grito cargado de placer, el más puro de los placeres, el menor había procedido a tomar su miembro con su boca, Blas abrió los ojos y lo miró, vaya imagen, era lo más hermoso que había visto, verlo a su novio así, con su boca acariciando y besando su parte más sensible, era algo digno de admirar, pero entonces sintió que iba a explotar y lo paró, lo llevó de nuevo contra la mesada y lo puso espaldas, entre besos y caricias desesperadas le dijo
-Si voy a llegar al orgasmo, va a ser dentro tuyo y los dos al mismo tiempo- Junior, estaba gimiendo y repitiendo que lo amaba entre gritos.
-Por favor, amor, por favor- rogaba el menor
-¿Qué queres Ju?- Blas estaba jugando con él, con su cuerpo, con su placer.
- A vos, todo, entero, dentro mío, por favor- Y Blas era justo lo que iba a darle, primero tenía que prepararlo, porque no quería hacerlo sufrir dolor, no soportaba verlo dolido, se lubricó los dedos y, con toda la paciencia y amor del mundo, fue tocando y expandiendo, primero uno, Junior gritó, una mezcla de dolor y placer, esa delgada línea entre el cielo y el infierno, luego otro, y Junior se sentía explotar, uno más y estaba listo, cuando retiró sus dedos de su interior, le preguntó si estaba listo, a lo que Ju respondió entre suplicas que sí, que no soportaba más.
Primero lo hizo lento y con amor, despacio, lleno de ternura, hasta que el menor se acostumbró a su tamaño y todo dolor desapareció, siendo reemplazado por placer, el más grande de los placeres, el ritmo iba en aumento, cada vez más y más rapido, cada vez más gemidos, cada vez más intensidad, sus gemidos llenos de pasión y amor, era lo único que se escuchaba, junto con el choque de sus cuerpos, hasta que llegaron a ese punto, tan alto, que era lo mejor de ese mundo, llegar juntos, como siempre lo estaban, en todo momento.
Así terminó ese acto tan hermoso, tan lleno de amor, era algo inexplicable, nunca iban a tener suficiente, siempre iban a querer más.
-Te amo Junior, sos mi vida entera- le dijo Blas a su novio que estaba, entre sus brazos, desnudo, junto a él en el piso de ese baño, en ese bar, que tanto sifnificaba para ambos
-Yo también te amo Blas, nunca me dejes por favor- y se volvieron a besar.