This is not my life •Sebastian Stan•

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Me encuentro en el sofá hablando con Sebastian sobre lo que Macy me había informado. 

-Dime, linda. 

- Bueno, según Macy, mi mamá se llama Diane Morgan, está casada con Bob Morgan, un gran empresario con el que gracias a Dios no tenemos nada que ver en relación al trabajo. Diane es pastelera, tiene su propia pastelería en el centro de Nueva York, a nueve cuadras del Central Park. No tengo hermanos, mi padre Craig Jones falleció de un ataque cardíaco al encontrarlo mi madre engañándola con su asistente.- Comento y se oye un "auch" de parte de Sebastian.- Diane y yo no nos llevamos tan bien, pero con Bob tengo una muy buena relación. Nosotros hemos pospuesto nuestra boda unas tres veces debido a tu trabajo y al mio, ambos viajamos mucho. Qué pudiste conseguir tu?- Digo esperando una respuesta. El suspira.

-Según mi asistente Grace.- Dice y no puedo evitar suspirar- tranquila, celosa, es anciana.- Bromea y ríe - Según Grace, mi madre me ha abandonado de niño, mi padre está en algún lugar del mundo con una joven de algunos veintitrés años. Tengo un hermano llamado Joe Stan, está casado con una mujer de su misma edad, treinta y cuatro, llamada Lena Sanders. Tienen un niño llamado Mason Stan, tiene cinco años y ama ir a Disneyland. Al parecer, no me trago a tu madre pero Bob y yo llevamos una buena relación también. Eso es todo. -Menciona. Me paro para cortar la llamada pero antes me recuerda que googlee la dirección de Diane para ver cómo deberíamos vestirnos, y obviamente que es de forma elegante. Luego menciona que pasará por mi junto con Dennis a las ocho y corta la llamada. 

Tengo cuatro horas para prepararme, así que decido ponerme el mismo pijama que llevaba puesto hoy y mirar Netflix hasta las seis y media, pero el timbre interrumpe mi plan. 

Abro la puerta y hay tres mujeres de unos treinta años con miles de bolsos y valijas, una de ellas está delante con una planilla en su mano. Quedo estupefacta al ver que esta es igual que mi amiga Clay.

-Señorita Jones, necesita prepararse para su cena con la señora Diane y el señor Bob. Ellas dos la prepararán. - Menciona la muchacha, mientras pasa al departamento sin pedir permiso y toma asiento. 

-Clay?- Le digo, esperando a que me diga que es ella y que todo esto es una broma. 

- Soy Macy, señorita Jones. - Dice, impaciente. Ah, vale, todo claro. Mi amiga Clay de mi otra vida es mi asistente Macy Silver de esta vida. Al ver que no tengo intención de moverme, las dos mujeres se acercan y me toman por los brazos para comenzar a sacar mi ropa, y colocarme una bata. Comienzan a hacerme masajes en los pies, y luego en los hombros. Colocan pepinillos en mis párpados y atan mi cabello. Al cabo de media hora me mandan a la ducha y salgo igual que como entré pero con el cabello mojado y limpio. Una de ellas comienza a maquillarme, mientras la otra coloca unas medias piel en mis piernas. Escucho sonar mi celular y veo que tengo diez llamadas perdidas de Sebastian, aunque supongo que no debe ser tan importante porque aún queda tiempo. 

Macy entra a la habitación con el rumano detrás de ella, quien me mira con cara de enojo. 

- Señorita Jones, el señor Stan quiere hablar con usted.- Dice y se va. Sebastian entra y al verme en la posición que me encuentro, sonríe burlón. Digamos que mi posición no es demasiado cómoda, ya que tengo a una de las mujeres sentada encima mio, sacándome los bigotes inexistentes de mi rostro y la otra está pintándome las uñas mientras peina mi cabello.

- _______ , te he llamado al rededor de diez veces. Qué era lo que te mantenía tan ocupada?- Pregunta con un tono sarcástico que hace que ruede mis ojos. El se encontraba con un traje a cuadros bellísimo y unos zapatos negros. Toma asiento en la cama que se encuentra en el centro de la habitación y me mira.- Ni siquiera estás cambiada y ya luces preciosa.- Comenta y sonríe, desviando su mirada hacia el piso. Las dos mujeres que tengo encima mio están completamente sonrojadas que creo que la sangre le saldrá por los ojos.