Cuando Vendemos Actuamos

547 2 2
                                    

Entorno histórico y actual de la actuación

El teatro nace entre los siglos V y VII antes de cristo en Grecia, se populariza y toma auge en Roma. Pero realmente esto para mi es lo menos relevante, sucede que el teatro comienza con muy malos pasos, pues se hace partiendo desde la sobreactuación, desde la no actuación. Para después estar tantos años, incluso hoy en día, los directores y actores en el mundo buscan la forma de no actuar, debo decir que han logrado bastante. La base del actor, que no debe actuar, también parte desde el hecho que no puede memorizar, y también históricamente nos han enseñado a hacerlo. Por lo tanto, el hombre lucha para dejar todas las enseñanzas a un lado y lograr el camino correcto del aprendizaje. El mismo William Shakespeare trato por allá en los años 1600 explicar que no quería actores sobreactuados, y dio su mejor clase de actuación en el monologo de Hamlet a los cómicos.

“Dirás este pasaje en la forma que te le he declamado yo: Con soltura de lengua, no con voz desentonada, como lo hacen muchos de nuestros actores; más valdría entonces dar mis versos al Pregonero para que los dijese. Ni manotees así, acuchillando el aire: moderación en todo; puesto que aun en el torrente, la tempestad, y por mejor decir, el huracán de las pasiones, se debe conservar aquella templanza que hace suave y elegante la expresión. A mí me desazona en extremo ver a un hombre, muy cubierta la cabeza con su cabellera, que a fuerza de gritos estropea los afectos que quiere exprimir, y rompe y desgarra los oídos del vulgo rudo; que sólo gusta de gesticulaciones insignificantes y de estrépito. Yo mandaría azotar a un energúmeno de tal especie: Herodes de farsa, más furioso que el mismo Herodes. Evita, evita este vicio.Ni seas tampoco demasiado frío; tu misma prudencia debe guiarte. La acción debe corresponder a la palabra, y ésta a la acción, cuidando siempre de no atropellar la simplicidad de la naturaleza. No hay defecto que más se oponga al fin de la representación que desde el principio hasta ahora, ha sido y es: ofrecer a la naturaleza un espejo en que vea la virtud su propia forma, el vicio su propia imagen, cada nación y cada siglo sus principales caracteres. Si esta pintura se exagera o se debilita, excitará la risa de los ignorantes; pero no puede menos de disgustar a los hombres de buena razón, cuya censura debe ser para vosotros de más peso que la de toda la multitud que llena el teatro. Yo he visto representar a algunos Cómicos, que otros aplaudían con entusiasmo, por no decir con escándalo; los cuales no tenían acento ni figura de Cristianos, ni de gentiles, ni de hombres; que al verlos hincharse y bramar, no los juzgué de la especie humana, sino unos simulacros rudos de hombres, hechos por algún mal aprendiz. Tan inicuamente imitaban la naturaleza.Corregidle del todo, y cuidad también que los que hacen de payos no añadan nada a lo que está escrito en su papel; porque algunos de ellos, para hacer reír a los oyentes más adustos, empiezan a dar risotadas, cuando el interés del drama debería ocupar toda la atención. Esto es indigno, y manifiesta demasiado en los necios que lo practican, el ridículo empeño de lucirlo. Id a preparaos”

Y después de casi 500 años nosotros seguimos actuando.

La utilidad del teatro en quienes no son actores

En un método de actuación real y convincente, el actor se basa en la libertad de la persona y del profesional. Entendiendo como libertad de la persona es aquella que esta libre de defectos, por lo menos visibles; y en la libertad del profesional es aquel que desarrolla un personaje en escena creíble.  Es por ello, que casi para cualquier persona resulta tentador ser un profesional sin defectos y que tiene un poder de oratoria y expresión suficiente como para tener éxito en lo que decida hacer en la vida.

El Actor en las VentasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora