Diario de un Slytherin. (Drarry)

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-oye Harry-

-¿hum?-

-¿podemos leerlo?- agito el libro entre sus manos el pelirrojo.

-¿eso? ¿No es el diario de Draco?-

-¿es su diario? ¿No es algo gay?-

-Ron...Draco es gay, yo soy gay. Y deja ese libro donde lo encontrarse, total y me castra cuando sepa que te deje leerlo-

-¡vamos Potter!, ¿no te da curiosidad lo que tu novio piensa de nosotros?-

-no me interesa para nada Zabini-

-yo digo que lo leamos, si lo descubre pues como su mejor amiga le pediré que les tenga piedad.-

-a mí me parece irrespetuoso violar la privacidad de los demás-

-¡vamos Granger!, una vez al año no hace daño-

-no Pansy, dije que no- se froto el puente de la nariz cansada.

-si el hurón tiene algún sucio secretito podemos mandarle hacer lo que queramos-se froto las manos George.

-chicos, enserio... ya no estamos en el colegio para ser tan inmaduros-

-¡Harry! ¡Harry! ¡Harry!- corearon los chicos al unísono golpeando la mesa.

-Harry no lo hagas, estás en tu segundo embarazo. Si encuentras algo que no te agrade no me vengas a llorar a la puerta de mi casa-

-nuestra casa querrás decir-

-aún no he aceptado tener alguna relación contigo Pansy-

El moreno se mordió el labio indeciso. Estaba en su casa en el valle Godric, la bien reconstruida casa de sus padres. No hace más de un año que se había casado con Draco y vivían juntos, con su hijo james. Dos años que iniciaron su relación oficialmente al volver a Hogwarts después de la guerra, y 4 años desde que le dio su primer beso. Su novio era una persona muy reservada con ciertos aspectos, y le ha entrado curiosidad por saber lo que piensa. Hoy 3 de diciembre de 2001, en una pequeña reunión de sus amistades y las de Draco, exigen saber el contenido del diario. No sabía cuántas mierdas habían escritas de su persona, pero no debería ser tan malo.

-muy bien, pero si llega Draco y nos descubre, ron y Zabini tienen la culpa- asintieron los dos obedientes.

Pansy lo tomo, se concentró en quitar el encantamiento del diario, muy difícil cuando tu mejor amigo es un inefable, pero el clic del cantado la excito. Con voz alta comenzó a leer.

Agosto 9 del 1999

Querido diario

He me mudado al valle Godric de manera discreta. Me he hartado de vivir con Nott, además que me cansa la ganas que tiene de tirarse a Longbottom. Dentro de nada veremos mucha pluma entre ellos dos, mas con Theo, se le nota la pluma, pero muchísimo. Eso me recuerda la canción muggle "fiesta fiesta, pluma pluma gay, pluma pluma gay". El idiota del ministro cree que me dejo en la puta calle y que le ruegue que me devuelva la mansión. Ingenuo, soy dueño incluso la casa de al lado donde vive. Su hijo esta para follarlo, tiene un culo para lamerlo. Ese niño sí que tiene plumas, capaz vuela y cae sentado en mi entrepierna. Necesito un polvazo.

Todos miraron a Harry que tenía una mirada de pistola al librito.

-¿Harry?-

-sabía que esto era mala idea-

-mejor sigo leyendo-

-¡Pansy!-

-que siga leyendo-la voz seria del moreno los callo.

Agosto 14 de 1999

Querido diario

Aedus un día me matara en la cama. Uff, de verdad sabe lo que es coger, tiene aguante y es aterradoramente flexible. Se chupa el mismo, semejante entretenimiento merecía el beso blanco. Repetimos un poco en la cama de su padre, hay cierta gracia con eso; su hijo de verdad es puta con patas, cogiendo en su cama donde duerme, con el hijo del mortifago que más odia. Quiso que terminara en una copa. Ese niño me ordeño hasta el alma, se lo bebió de poquito a poquito, como gatito en tazón de leche. Aunque solo la mitad porque llego su padre, estamos cogiendo en su despacho así que nos vestimos y me escondí en el closet. Un lugar muy gay. Aedus al no tener con que limpiar relleno la copa con vino y fingió beber. Su padre al ver que estaba tomando alcohol se la quitó y lo mando a comprar. Menuda mierda. Pero me hizo el día cuando Kingsley bebió de la copa. Le tomo el gusto y siguió bebiendo. Bienvenidos al café karma, cada quien ser sirve lo que se merece. ¿Es raro que me haya excitado un poco eso?, creo que estoy bien. Hoy he salido a recorrer un poco el lugar, la gente parece no reconocerme, genial para mí.

La lámpara del sillón exploto mientras apretaba en su mano la pelota anti estrés.

-jajaja, cuando se entere el ministro-

-¡Pansy! ¡No es gracioso!-

-veamos que sigue-