Cuatro

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Me despierto por un peso encima de mí, y recuerdo que Matt ha dormido conmigo. Cuando abro los ojos la luz que se filtra por la ventama me molesta, por lo que trato de sacar mi brazo debajo del cuerpo del castaño, cuando lo logro consigo que Matt se despierte.

—Lo siento, necesitaba frotarme los ojos —me disculpo. Él, con los ojos aún cerrados sonríe, y me encuentro perdida ante la sonrisa más bonita, inocente y pura que he visto en toda mi vida.

—Buenos días, Jords —dice con voz ronca y pesada, a lo que noto que cada cosa, cada particularidad y cada parte del chico enfrente mío, me encanta.

—Aún tengo sueño, sabes —él comenta y agarra el edredón para taparse de nuevo. Me da la espalda por lo que ruedo los ojos, y veo la hora en la pantalla de mi teléfono, y me asombro cuando me entero que son las doce del mediodía.

—Vamos sleepyhead —digo destapándolo, causando un gemido de su parte.

—Matthew son las doce, despierta —digo dándole algunos golpes en su espalda desnuda. Me rindo cuando él no responde. Me acerco a su oreja y soplo, pero nada pasa— Haré tostadas francesas —susurro en ésta, a lo que él levanta rápidamente la cabeza, golpeando mi mandíbula

—Oh por dios lo siento mucho, no era mi intención —dice él levantándose por complento sobando la parte en la que me ha golpeado. En realidad no me duele, pero decido fingir para divertirme un rato. 

—Siento como si me voy a desmayar —le digo agarrándome de sus hombros— Matt me duele mucho la cabeza, veo borroso —digo y me retengo a reír ante su reacción— Mierda, mierda, mierda Jordan —repite exaltado— Llamaré a una ambulancia... —dice y me río. Matt gira su cabeza con el ceño fruncido.

—De esta no te salvas —dice y me agarra de la cintura empujándome hacia atrás, cuando caigo él sonríe y comienza a hacerme cosquillas, y siento que me voy a hacer pipí de la risa. Es la primera risa auténtica que he tenido en meses, siento que en años.

—Ya, para, para —suplico, y él obecede.— Bueno, me prometiste unas tostadas francesas —comienza a decirme— Así que, adelante mademoiselle —dice agregando un movimiento extraño de brazos, indicándome la puerta. Ruedo los ojos y salgo de la cama.

—Pero vienes conmigo —le digo con una sonrisa, y él se levanta y me sigue.

La música no suena muy fuerte, ya que viene del teléfono de Matt, pero aún así él canta a todo pulmón, por lo que río y quisiera filmarlo. Cuando las tostadas están listas las sirvo en dos platos, y le doy dos a Matt, y yo me quedo con una. Preparo jugo de naranja para él, y yo me sirvo una taza de café, ya que a él no le gusta este último.

—¿Quieres fruta? —ofrezco, a lo que él arruga la nariz— ¿No tienes pretzels? —pregunta con los labios fruncidos, y yo niego con la cabeza.

—Entonces estoy bien —él sonríe y yo agarro una banana del cesto. Comenzamos a comer, y él termina antes, ya que yo me tardo un mundo en comer.

—Bueno, ¿que haremos hoy? —Matt pregunta limpiando la comisura de sus labios con una servilleta.— No sé, ¿que quisieras hacer? —pregunto sonriendo.

—Podríamos ir al centro comercial... —estoy a punto de decir que si pero él hace una mueca— Pero es válido recordar que tengo fans —comenta rascando su barbilla— ¿Te parece algún parque? —sugiere y asiento— Bueno, vamos a arreglarnos entonces

Me meto en la ducha, me lavo el cabello, y cuando salgo me enrrollo una toalla en el cuerpo, y comienzo a secar mi cabello con el secador, hasta que está totalmente seco. Salgo del baño a mi habitación en busca de ropa interior, pero la puerta se encuentra entre abierta, y por la rendija puedo ver a Matt ponerse la camisa. Me encuentro hipnotizada por los movimientos de su espalda y sus brazos, la forma en que sus músculos se contraen. Abro la puerta completamente cuando él se pone la camisa.

Different || Matt EspinosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora