La alumna nueva, tímidamente, se acercó al profesor y le dijo:
Disculpe la tardanza- haciendo una reverencia- Es que no pude alcanzar el autobús.- No hay problema, solo dígame su apellido-
- Mi apellido es T/A-
- Porfavor, tome asiento-
- Sí, muchas gracias- dijo en susurro.
T/A dio media vuelta y se encontró con las miradas penetrantes de sus nuevos compañeros. Ignorando ese hecho, comenzó a buscar un pupitre desocupado, hasta que lo hayo. Este se situaba en el fondo, donde estaba un chico de apariencia solitaria. Con pasos lentos se aproximó al asiento, y al llegar, miró al alumno que no le despegaba la mirada y se sentó. En lo que quedó de la clase, ella prestó mucha atención a su profesor, mientras que su compañero de al lado no dejaba de mirar sus "converse".
Sonó el timbre del recreo.
La chica, solitaria, sacó de su mochila un paquete de galletas y comenzó a comerlas. Acto seguido, le ofreció una a su compañero:
- ¿Querés una?-- ¿Ah? Digo,s si porfavor...-dijo tímido y tartamudo mientras tomaba una.
-¿Cómo te llamas?-
-¿Quién? ¿Yo?-
- No, a la pared. ¡Si bobo!-
- Ja. Me llamo NamJoon, ¿Vos?-dijo con un poco de confianza
- Me llamo T/N y... Voy a hacerte otra pregunta... ¿Tengo algo en mis zapatillas?-
- No, ¿Por qué la pregunta?-
- Pasa que noté que las mirabas mucho y pensé que tenían algo-
- No tienen nada, al contrario, te quedan hermosas-
- ¿Enserio?- preguntó T/N con las mejillas rojas
- Si, enserio-dijo, sonriendo.
Terminó el recreo. Las clases transcurrieron normales, T/N y NamJoon estuvieron juntos hasta que las horas escolares se acabaron.
A la hora de despedirse, NamJoon le dio un beso en la mejilla a T/N, haciendo que esta se sonrojara y volviera a su casa emocionada.