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PRIMERA PARTE

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PRIMERA PARTE

Emilie se sonrojó con fuerza al ver como él la miraba fijamente desde el otro lado de la mesa. Tan fijamente que provocaba que su piel se erizara y sus pezones se pusieran en punta por la mirada perezosa que él le estaba dando. Los ojos dilatados y las largas pestañas formando un abanico. Labios húmedos por las veces que había deslizado su lengua por ellos e hinchados por los mordiscos que se había dado, todo mientras la miraba y la inspeccionaba desde hacía unos minutos atrás.

No tenía ni la más mínima idea de como él había dado con su dirección, ni mucho menos como había obtenido su número de teléfono, ella solo fue consciente del momento en que un nuevo mensaje en su bandeja de entrada le decía muy claro: "Podría vivir esperando por ti, bebé, pero aquí me tienes, fuera de tu casa y desesperado por verte".

Su boca había formado una "o" por la sorpresa y fue demasiado rápida al correr escaleras abajo, abrir la puerta de entrada y toparse con él. Su corazón latiendo con demasiada rapidez cuando él le sonrió de aquella forma tan lenta y le dio sin vergüenza alguna un lento recorrido. Acercándose igual de lento y alcanzándola, deslizando sus manos por sus caderas y atrayéndola para un suave beso que la dejó mareada y desesperada por más.

—Hola, nena. —Él había susurrado y posteriormente había dado un pequeño mordisco en el labio de Emilie, haciéndola gemir y provocando que él mismo volviera a besarla sin permitirle hablar.

Había sido un corto momento de lentos y coquetos besos que se habían dado en la entrada de la casa de Emilie, jodidamente caliente y arriesgado si algún vecino lograba verlos y llegaba a decirle a los padres de ella, que desde hacía unos días atrás habían viajado por motivos de trabajo.

Ella había sonreído en los labios de Justin y había deslizado sus brazos alrededor de los hombros de él, atrayéndolo un poco más. En puntillas para tratar de alcanzarlo y totalmente erizada por las manos de él deslizándose de arriba abajo en su espalda. Desde el centro de ésta misma hasta el comienzo de sus nalgas, y todo el recorrido de vuelta. Y había sido increíblemente emocionante, tan grande que su piel ardió por más cuando tuvieron que separarse por falta de aire.

Justin había besado su mejilla y le había susurrado que lucía "hermosa", todo mientras hacía un lento camino de besos desde su mejilla hasta la piel detrás de su oreja. Y ella había adorado el cumplido puesto que había puesto empeño en lucir fresca pero elegante a la vez. Y el vestido veraniego que se alargaba hasta cuatro dedos arriba de su rodilla, su cabello en suaves ondas, zapatillas y un poco de maquillaje habían logrado su cometido. Eso, si aclarábamos que los besos que acababan de darse habían arruinado su labial, pero habían logrado que sus labios lucieran rosados al natural por la hinchazón causada por éstos mismos.

Emilie había estado tan nerviosa en el trayecto del camino. Tan nerviosa mientras lo miraba fijamente y él conducía, su mano deslizándose suavemente en la rodilla de ella cuando acababa de mover la palanca de mando, y tomando su mano en un pequeño momento distracción que ella tuvo, provocando que Emilie sonriera mientras mordía su labio inferior y apretaba con suavidad la mano de Justin de vuelta. Y cuando finalmente llegaron, ella sintió a su corazón latir con demasiada fuerza al ver el lugar.

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