Un Hermoso Día

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Capítulo 13

A las 4:30 ya estaba de pie en el Hangar esperando a la agente May, sentía que debía tener su aprobación para realmente ser parte de Shield, ella era dura y fría, sin duda alguna una guerrera aclamada en el lugar.

Al llegar y sin decir nada comenzó con la clase de Tai chi, ella la siguió respetando su silencio, luego de unos largos minutos de seguir cada uno de sus movimientos, comenzó a sentir el efecto en su cuerpo, estaba relajada y en sintonía con mente.

Quería sentirse así todo el tiempo.

Deseaba con todo su corazón tener la fuerza mental para poder tener armonía entre sus poderes y sentimientos. Realmente no quería que le temieran, sentía mucho dolor al ver las casas de horror de los Terranos, al recordar los rostros de su pueblo al verla destruir todo a su paso.

Sintió como su corazón comenzó a acelerarse, tomo una respiración profunda y empujo lejos todos aquellos recuerdos dolorosos, debía concentrarse, si quería ser mejor, debía seguir cada paso de la Agente May.

Se dio cuenta que la clase había finalizado cuando la agente May se fue sin decir ninguna palabra.

En silencio también camino hasta las duchas.

Jemma y Daisy le dijeron que iban a salir de la base, eso la puso nerviosa, quería tanto saber cómo era la tierra, llevaba cuatro días en ella y ya pertenecía a una organización secreta, había visto sus paisajes a través de la pantalla de su celda y desde su ventana se veía el más hermoso cielo pero ¿Lo que habría afuera sería tan bello como se lo imagino muchas veces?

Un planeta con un clima sustentable, con un control central desde lo profundo de tierra, llena de paisajes hilarantes y bellos, la tierra según los libros era el paraíso, pero no se sentía en el paraíso, su olor era pesado y toxico, sus alimentos estaban llenos de toxinas y de todo lo que ha comido lo único orgánico han sido los bagados del árbol que hizo crecer en su celda.

Además ¿Qué pasaba si perdía el control afuera? con tantos Terranos indefensos, sin poder defenderse de ella, Daisy tomo sus manos para que dejara de jugar con ellas.

- Tienes que estar tranquila, iras con nosotras, tienes que saber que los humanos no están acostumbrados a las personas con poderes como nosotras, por lo que te sugiero es que no hagas uso de ellos.

- Me es inevitable, ¿Qué pasa si simplemente no me puedo controlar? ¿Por qué no podemos salir cuando tenga todo bajo control?

- Porque necesito que vengas conmigo – Sentencio Jemma – Confió en que podrás controlarte, solo piensa positivo.

Se subieron a un vehículo, Daisy se sentó frente al volante, Jemma y ella se fueron atrás, salieron de la base, miro todo lo que las rodeaba, cada cosa era nueva para ella, Daisy le bajo la ventana y una ráfaga de viento frio impacto su rostro, una mueca de asco se grabó en su cara, la Tierra olía a basura pero luego de un tiempo se acostumbró, un paisaje blanco y nevado le dio la bienvenida.

Llegaron a un sector más poblado, podía ver como los Terranos convivían entre ellos, sin saludarse entre sí, sin siquiera notar a quien estaba a menos de dos metros, muchos estaban hipnotizados por sus aparatos electrónicos, sintió pena por ellos.

Daisy detuvo el vehículo y las tres bajaron de él, este era el sector comercial de los Terranos, aquí había muchas más personas, Jemma tomo de su mano y la guio dentro de un almacén.

- Elige lo que quieras – Sonrió emocionada –

- ¿A qué te refieres? – La miro sin entender –

- Te trajimos por ropa, has llevado nuestras prendas durante estos días, elige lo que más te guste

- Me están diciendo, que me trajeron hasta aquí, ¿Solo por qué quieren que compre algo para tapar mi cuerpo? – Las miro incrédula – La ropa es algo religioso para los Terranos – Soltó sorprendida –

- Vamos, te ayudamos.

Daisy y Jemma la ayudaron a ver ropa, no es que estuviera muy emocionada respecto a eso, pero si iba a tener que vestirse durante toda su estadía en la tierra, prefería usar algo que le gustara, eligió las prendas que más le gustaron y luego fueron por zapatos, Daisy la obligó a llevar unas zapatillas, para entrenar, aunque también se llevó unas botas de agua, porque eran lo más lindo y alegre que había visto.

Llegaron de vuelta a la base riendo a carcajadas, Coulson las esperaba en la puerta de entrada, entraron llevando las bolsas con la ropa de Iris. Ella lucia radiante, completamente feliz.

- Muchas gracias Iris, por el soleado día, parece primavera – Soltó Coulson al tenerlas más cerca –

- Yo... lo siento señor, pensé que lo tenía bajo control, es que pase momentos muy buenos con Daisy y Jemma – Se disculpó apenada –

- Al menos no debemos temerte cuando estas feliz – Se arrepintió de inmediato al ver su rostro – Lo siento, fue fuera de lugar.

- Sé que me temen, debieran hacerlo – Tomo las bolsas de las manos de las chicas y les sonrió educadamente – Gracias por todo, son unas personas increíbles.

Se fue por los pasillos rápidamente, Daisy hizo una mueca incomoda, toco con suavidad el hombro de Coulson y se fue. Jemma y Phil caminaron juntos en dirección al laboratorio.

- Se adapta rápido, es inteligente sabe que aquí está la ayuda que necesita.

- Lo sé, solo me preocupa estar equivocado, es como estar pisando huevos, no quiero tratarla con guantes de seda.

- Entonces no lo haga, trátela como al resto, ella es parte de Shield ahora, deje que se sienta como una más.

- Quiero que sea una más – Llegaron al laboratorio –

- Me alegra oír eso señor – Sonrió ampliamente – Yo confío en ella.

- Gracias Simmons – Apretó con suavidad su brazo y siguió su camino –

Mack estaba ayudando a Fitz con algo, curiosa se acercó a la mesa y miro el objeto, no era la diadema, era un auricular espía, sonrió al comprender que Fitz había encontrado una forma mucho más discreta para ayudar a Iris, en el oído las ondas llegarían más rápido, no tanto como con los electrodos directamente en la cabeza, pero era mucho que desde un collar.

- Muy astuto Fitz – Lo felicito – ¿Cómo se te ocurrió?

- Mack me ayudo – No la miro – Puede tener buenas ideas

- Auch - Tocó si pecho - Eso dolió turbo ¿Qué dices de mi Escopeta- Hacha? – Lo miro dolido –

Fitz lo miro con burla y prosiguió trabajando con cuidado el auricular para Iris. El moreno miro incrédulo a Jemma en busca de apoyo, pero ella se estaba riendo de él, negando con su cabeza siguió ayudando a su amigo.

- Fue una idea buenísima y te dejo sin palabras.

- Lo que tú digas Mack

Esa tarde no vieron a Iris para la cena, pero según unos agentes si había ido a la cocina por algo para comer, Fitz estaba ansioso por contarle sobre sus progresos con el nuevo Neurotransmisor.

En el televisor estaban pasando las noticias, todos estaban tratando de encontrarle una razón a bello y fresco día, en pleno invierno, de un momento a otro la nieve se había derretido de las calles de la ciudad, dándole paso a un hermoso día primaveral.

- No sé porque se alborotan tanto, tuvieron un día hermoso para salir a caminar – Se quejó Jemma – Además, ella se veía muy feliz, no le hizo daño a nadie.

- Pero ¿Qué pasara cuando este molesta? – La miro serio Will – Dudo mucho que haya un hermoso sol saludándonos.

- Bueno, pero para eso estamos ¿No? – Miro a su amigo – Fitz ha estado trabajo duro en un neurotransmisor para evitar daños colaterales.

No recibió respuesta de su amigo, aun le dolía su silencio, pero le daría el tiempo necesario para adaptarse a la realidad, ella amaba a su novio, y sentía mucho el corazón roto de Fitz, pero no podía decirle a su corazón a quien amar.

Beautiful Nature - Leo FitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora