Perfecta.

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-Son poco más de las 12. ¿Tampoco puedes dormir?-pregunté desconcertada.
--No, me cuesta mucho trabajo.
--¿Quieres algo para comer?
--No, gracias. Solo quiero quedarme aquí, contigo -al decir eso a Jace se le iluminó la cara, así que no pude negarme.
-Si eso quieres así lo haremos.

Comenzamos hablando de los planes del día siguiente, todo transcurrió con normalidad, hasta que empezamos a hablar de Pablo... Seguía sin saber nada de él, a decir verdad me preocupa, ni si quiera ha ido al instituto.

-No quiero incomodarte, debería irme en cuanto pueda.
-No lo haces, estoy realmente cómoda con tu precencia.
-Además, no se lo que pasaría si Pablo viene a buscarte

-Ahhhh. -Me quede callada durante unos segundos analizando lo que iba a responder, sabía que era una probabilidad, pero no estoy dispuesta a soportar un alboroto más de su parte. -Mientras tu estés aquí, él o pondrá un pie. Tu eres el que me ha demostrado que vale la pena tener cerca, no el.
-No quiero ser inoportuno o incomodarte. Esto es más de lo que pensé escuchar en algún momento, sabes que desde hace algún tiempo quiero que estés junto a mi, y no solo como una amiga, después de todo lo sucedido nos hacercamos bastante y se que no me equivoco al decir que eres perfecta. Sería un verdadero privilegio el que aceptes tener una relación conmigo.

Estoy algo confundida, ¿por qué me siento así? Esas palabras comienzan a rondar por mi cabeza una y otra vez. ¿Es amor lo que siento? Nooo. Eso no puede ser. Ahhhhhhhh necesito respuestas, no entiendo nada.

-Perdón, creo que ya es demasiado tarde deberíamos dormir. ¿Necesitas que te ayude a llegar a la habitación?
-No.... No es necesario, gracias. -dijo al tiempo de pararse del sofá, al hacerlo resbaló y alcanzó a detenerse de una esquina de la mesa en el centro.
-¡JACE! ¿¡Te encuentras bien ¡? -Tome su mano y la apoye en mi hombro -Será mejor que te lleve, no quiero que te suceda nada.
-Lo estoy, gracias.

Caminamos despacio por el pasillo en cilencio, abrí la puerta y seguimos hasta llegar a la cama, lo ayude a recostarse y me senté un momento sobre ella para acegurarme que estuviera bien.

-Katt... ¿Podrías recostar te conmigo por un momento?
-Será mejor que me vaya.
-Solo un instante. Por favor.

Sentí algo de compaction al salir de su boca esas palabras, así que lo hice, me recosté junto a él. Me miró a los ojos, pude sentir su respiración al tenerlo tan cerca. Acaricio mi cabello y mi corazón comenzó a latir con mucha fuerza, de mi cuerpo se apoderó una sensación tan extraña y satisfactoria cuando sentí mis labios rosando con los suyos suavemente, mientras deslizaba su mano izquierda sobre mi mejilla. Lo parte de mi, entrelace su mano con la mía y me recosté en su pecho.

Gracias por venir, pero necesitas marcharteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora