↟ casualidades ↟

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Aún sigo sin entender

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Aún sigo sin entender.

Ya han pasado 4 días desde la conversación con 'Sanatás' (sí, concluí que era 'Satanás'), y aún no comprendo nada. Es decir, he llegado a pensar que no hay mucho trasfondo y tan sólo es una cara linda con un trastorno de bipolaridad bastante acentuado. Pero no, sigo pensando en ello; por lo tanto, en ella. Y eso es lo que me molesta, que no dejo de pensar en ella.

Mi razonamiento deductivo concluye en que no puedo olvidarme de lo loca que está la chica, y ante el shock, repito la escena una y otra vez. Pero si fuese sólo eso, no pensaría en lo linda que es, ni en que tan tentadores se veían sus labios cuando estaban tan cerca de mí-

Y por eso estoy aquí, un jueves por la noche bebiendo whisky.

Después del lunes no volví a acercarme a ella. Pasaba las horas de receso con Jennie u otros repuestos, ganandome reclamos de Rosé del porqué la estoy abandonando. No le quiero decir que estoy evitando ir a la cafetería sólo para evitar a Sana, no soportaría otra intervención de la peli rosa. Pero esa es la verdad, sólo la he visto de reojo en los pasillos y me aseguro de evitar contacto visual para mi propio bien.

Y aún así sigo pensando en ella, así que ¿qué mejor forma de dejar de pensar en estupideces que con una linda botella de 'Johnnie Walker'?

Por esa razón, ya el mismo viernes desperté con una resaca. Estuve a punto de faltar a clase y dormir toda la mañana, cuándo recordé que tenía examen de estadística hoy. Con un gruñido, comencé con mi rutina matutina a duras penas y al culminar me coloqué mis lentes de sol para soportar la luz del día.

Ésta vez me fui en mi auto hacia el Instituto. Generalmente evito usar el carro porque confieso: manejo terrible. Pero el momento lo requiere, así que colocando mi largo cabello negro en una coleta alta, me dirigí hacia el colegio. En menos de 20 minutos ya había llegado, y al llegar al estacionamiento observé todos los autos último modelo ordenados en fila. Mi instituto era la típica secundaria de niño rico, me incluyo en esta categoría. Mamá es una cirujano plástico exitosa y consta con su propia clínica, además de acciones en diversas contratistas a lo largo de Corea y Taiwán, mi país de origen. A pesar de criarme sola y luchar con toda la carga financiera, es una mujer luchadora y siempre admiraré su resiliencia por ello.

Tomé mis cosas y me dirigí directo hacia mi casillero, con cara de perra incluida. Al pasar por entrada, noté como las personas se quedaban mirándome. Ah, las (des)ventajas de ser espectacular. La jerarquía social en éste Instituto era la misma que veías en todos lados, con la ligera diferencia de que los más populares también eran los más ricos. Aquí lucía quien llevase el auto más lujoso, o el iPhone más reciente o quién fue a Tokyo la semana pasada y subió sus fotos a todas las redes sociales. Sí, la superficialidad hecha colegio, por eso apesta.

Estando en mi casillero, tranquilamente organizando mis libros sentí una voz chillona resonar en mi oído.

- ¡Chou!

satan is a woman  ↟  satzu  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora