Debajo de tu cama:

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Samanta:


-Esta historia que les estoy a punto de contar cabe decir que es mi historia, y supongo que ustedes se preguntaran ¿Por qué estoy escribiendo esto?, estoy escribiendo esto para poder mantener la poca cordura que me queda a salvo, y para que si no llego a pasar de esta noche sepan que fue lo que me ocurrió, creo que debería comenzar desde el inicio, Mi nombre es Samanta y tengo 24, cuando yo aún no cumplía los 18 pensaba continuamente "Ya quiero vivir sola", ese fue, sin duda, el peor error que he cometido en toda mi vida y sin duda el que causo todos los otros que le siguieron después, el segundo fue reunir dinero para comprarme una casa y con la idea de que fuera lo más alejada posible de la mi madre, yo tenía la idea de poder independizarme, y cuando cumplí los 23 al fin pude comprar mi actual casa, ese fue el tercer gran error de mi vida, cuando estaba buscando casas a las afueras de la cuidad me topé con una que se situaba junto a la entrada de un bosque y al principio me gusto la idea de estar rodeada de naturaleza y por fin alejarme un poco de la urbanización, la casa no era pequeña, pero tampoco era grande, era un tamaño promedio, dos pisos, dos baños, tres cuartos, sala, comedor y cocina, yo al mudarme decidí que instalaría mi recamara en la segunda planta, en la habitación con vista al bosque ya que me pareció un lugar muy bonito para pasar la tarde, yo como ya era una adulta y necesitaba espacio decidí comprar una cama matrimonial para hací tener espacio donde moverme a la hora de dormir, ese fue el cuarto gran error de mi vida. Al principio todo estaba normal, conseguí un trabajo en la cuidad, me adapté perfectamente a la casa, en fin, todo iba genial, y hací paso un año, sin nada fuera de lo común, hasta un día en el cual yo me encontraba llegando el trabajo, ese día algunas amigas decidieron juntarse en mi casa para pasar el rato, quizás tomar algo, y disfrutar entre amigas, cuando ya yo había terminado de bañarme y de arreglarme tocaron la puerta, yo pensando que eran mis amigas fui a abrir, quinto gran error de mi vida, cuando abrí la puerta me sorprendió al no encontrar a nadie fuera, solamente una nota encima de mi felpudo, yo la recogí y me dispuse a leerla, la nota decía lo siguiente "Aunque te sientas sola no significa que lo estés, recuerda que siempre hay alguien mirándote, a veces lo vez y a veces, no lo vez, pero de algo tienes que estar segura, siempre esta hay observándote fijamente" yo decidí arrugar el papel y echarlo al cesto de la basura, "seguro es aluna broma pesada de mis amigas", sexto gran error de mi vida, al cabo de unos diez minutos mis amigas me enviaron un mensaje diciéndome que no podrían venir porque les había surgido algo de repente, yo le reste importancia, me coloque el piyama y me acosté a dormir, eran alrededor de las 10 pm cuando me logre dormir, pero me desperté repentinamente por un ruido que escuche proveniente de la ventana, fue entonces cuando mire y me di cuenta de que esta estaba abierta, yo encendí la luz de mi mesita de noche y fui a cerrar la ventana pero en el mismo momento que la toque recordé algo, yo le había puesto el seguro a la ventana y me había cerciorado dos veces de que esta estuviese bien cerrada, yo me pude imaginar un posible robo hací que tome el bate que siempre guardo en el armario y encendí todas las luces de la casa, cuando termine de revisarla completa, de arriba abajo dos veces, me dije a mi misma "El estrés me está matando, ahora incluso me imagino cosas, mejor me voy a dormir" al día siguiente todo paso muy normal, yo no tenía trabajo ese día por lo que decidí ir a visitar a mis amigas y en la tarde hacerle una limpieza a la casa, lo que no me imagine es que me iba a tomar tanto tiempo, bueno aunque si le sumas que llegue a las seis de la tarde, creo que si estoy bien de hora, cuando ya eran las ocho de la noche me quedaba terminar de limpiar debajo de mi cama, pero cuando me agache para poder limpiar note que habían unas pintas en el suelo de color negro, dos para ser exactas, pero lo que más impresión me dio fue que estaban perfectamente alineadas una al lado de la otra, casi como si alguien las hubiera echo intencionalmente, entonces me dije a mi misma "No recuerdo haber visto esto antes, pero de seguro fue que lo pase de alto, no hay de qué preocuparse" termine de limpiar y me di una ducha rápidamente y luego me metí en la cama, y a las 12 pm nuevamente fui levantada por un ruido, pero esta vez procedente del ático, eran como pasos, como si alguien estuviera jugando, yo decidí ir a revisar para ver si eran ratas, pero al llega cuando me disponía a bajar la escalerilla que da el paso hacia el lugar llamado ático, esta, estaba trabada, a lo cual yo pensé "Al final de cuentas si son las malditas ratas", ese día nuevamente me fui a dormir como si nada hubiera pasado, pero no fue hasta la noche del día que las cosas empeoraron, como ya se me hizo costumbre me fui a dormir a las 10 pm, y a las 12 pm escuche pasos en el primer piso, pero creí que eran producto de mi imaginación, hací que cerré los ojos he intente dormir de nuevo, pero cada vez los pasos se iban acercando cada vez más hasta el punto de que los oí detenerse justo delante de mi habitación, algo o alguien se inclinó delante de la puerta de mi habitación y me paso por debajo un pequeño trozo de papel, para después alejarse corriendo de la misma manera en que vino, yo muerta del miedo me pare a recoger el papel y este decía lo siguiente "Ya te lo había dicho, que siempre va a haber algo o alguien mirándote, pero no me quisiste creer, que estúpida, debes revisar siempre debajo de la cama, puede que algo se esconda allí" yo estaba muerta del miedo, pero me sentí relajada cuando al cabo de una media hora no sentí ninguna actividad en la casa hací que me dispuse a dormir, ya mañana hablaría con mis amigas, pero lo que no me esperaba es que al día siguiente ninguna de mis amigas se encontrara en la cuidad, "demasiada casualidad junta" me dije a mi misma, cuando llegue a mi casa decidí que me olvidaría de todo lo sucedido "no es más que una broma" me dije a mi misma, ese día me dedique a relajarme, fui y cuide las plantas de mi jardín, hice la comida, arregle la casa, me duche y me acosté a la hora que siempre e lo hago, a las 10pm, pero a las 12pm la cosa empeoro de manera drástica, pase de oír ruidos a oír pasos, después la nota y hoy sentí como algo abría la puerta de mi habitación lentamente y se arrastraba hasta quedarse debajo de mi cama, yo sentí como la criatura se volteaba de manera que quedara acostada boca arriba y empezó a rasguñar la parte inferior de la cama, yo estaba rezando porque esta tortura terminara de una vez por todas, pero fue hasta la una y treinta de la madrugada que los ruidos cesaron y yo sin querer fui durmiéndome poco a poco hasta hacerlo completamente, al día siguiente no tenía las fuerzas necesarias para ir al trabajo, para comer, ni mucho menos levantarme de la cama, hací que me puse a mirar el reloj constantemente, rezando para que no llegara la noche, pero en el proceso del medio día decidí escribir esto que actualmente leen ustedes, ya son las 10pm, hora de ir a dormir, pero no me atrevo, ni siquiera me atreví a encender ni apagar ninguna luz, simplemente me quede estática en el mismo lugar, hasta que sentí que el sueño me ganaba y comencé a olvidarme de todo y a quedarme dormida pero sin antes darme la vuelta para abrazar mi almohada,ya que esta me recordaba a los brazos de mi madre, pero en el preciso momento que la toque me di cuenta que no era mi almohada, era algo o mejor alguien el que estaba en el lugar de mi almohada, su piel era fría como el hielo, y era rasposa, como si estuviera tocando un camino pedregoso, no me atreví a abrir los ojos, el sujeto fue subiendo su mano hasta llegar a mi cara, en ese momento yo no sabía qué hacer y lo único que pude hacer fue abrir los ojos, lo que vi allí me dejo helada, era una criatura con figura humana, pero en lugar de piel tenía el cuerpo negro, como si se estuviera pudriendo, el rostro desfigurado, lleno de cordaduras, unos ojos de un rojo intenso y unos dientes amarillos que desprendian un olor a podrido que para mi era insoportable, se fue acercando poco a poco a mi cara y antes de matarme me dijo en un susurro "Te dije que algo se escondía DEBAJO DE TU CAMA"

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