EN EL INFIERNO NOS VEMOS
Sonaba el encantador piano, nunca supe de donde salía tan bellas notas,
nunca pensé que si podía cumplirlo.
Ella adoraba el piano, valoraba el que tenia más de lo esperado,
tiznar la pared fue más placentero.
Chopin era su favorito, al no lograr interpretarlo solo me esperaba maltratos,
la apuñale con cautela y recato.
La desesperación me invade, después del último golpe me decidí por fin,
la sangre brota de su yugular.
Noche aguarda el sueño, esperando el crepúsculo para aguardar una merecida muerte,
no lamento haber comido su corazón.
Abrió los bellos ojos, para que al rato los volviera a cerrar,
no lamento haber bebido su sangre.
Ha de ser doloroso, eso pensaba mientras en su sangre se ahogaba,
no lamento la sentencia a muerte.
No paraban las risas, porque ella no paraba de llorar y sufrir,
no lamento los castigos de Astaroth.
Intento coger mi cuello, para pedir la piedad que no se merece,
dije: “En el infierno nos vemos”