Bajé mi mirada intentando pasar desapercibida, Kate comenzó a escribir en el pizarrón mientras yo pensaba en mil posibilidades de escapar de su clase. ¿Qué clase de destino era este? Al menos durante media hora mi mirada nunca se cruzó con la suya, Kate era una profesora exigente y sabía dar una clase en donde todos le prestaran atención, lamentablemente cuando se sentó y comenzó a hablarnos sobre las guerras mi mirada insistente sobre ella terminó por llamarle la atención y en cosa de segundos sus ojos dieron con los míos. Bajé mi cabeza de inmediato y me sonrojé al ver en su expresión la sombra del reconocimiento. Ella me había reconocido, Kate ya sabe que soy su alumna.
Durante el resto de la clase su mirada gélida me buscó pero yo seguía mirando mis manos, Kate me hacía sentir nerviosa e insegura, como si yo me estuviera...
-Pueden irse-dijo en ese momento y suspiré de alivio, tomé mis cosas rápidamente y seguí a Jasmín, cuando iba a salir mi nerviosismos aumentó.
-Nalia-era su voz, la voz de Kate llamándome-quédate un momento por favor.
Tardé en reaccionar ¿Me estaba llamando a mí? ¿En serio? Me volteé y ella estaba sentada ordenando unos papeles, suspiré y caminé a pasos lentos sin saber qué hacer, cuando llegué a su lado ella subió su mirada analizándome por completa. Su mirada directa sobre mí me puso más nerviosa de lo que ya estaba, me quedó mirando con ojos penetrantes por largos segundos hasta que habló.
-No sabía que serías mi alumna-dijo más para sí-es una grata sorpresa...
Intenté sonreírle de forma amable y rezar para que no notase mis leves temblores. Ella me devolvió la sonrisa y se levantó tomando sus cosas.
-¿Mañana correremos juntas?-preguntó volviendo a mirarme.
-Claro..-sé que probablemente me veía como una idiota respondiendo con monosílabos, pero no era mi culpa que la mirada de Kate fuese tan insistente sobre mí y que además me hablara con un tono...¿sensual? Me sonrojé al pensar esa posibilidad.
-Te ves linda cuando te sonrojas-dijo con una sonrisa-¿Vamos?
Esperen, ¿Me dijo linda? ¿Qué? Caminé detrás de ella mirando mis pies, si antes estaba sonrojada ahora debía parecer un maldito tomate, salimos del aula y me guiñó un ojo en forma de despedida antes de irse. Al menos me quedé un minuto parada en la misma posición sin saber qué hacer y recordando sus palabras ¿Había coqueteado conmigo? Reí ante esa posibilidad, ni en sueños, pensé.
Apenas había visto a Julianne por unos minutos pero fue suficiente para calmar mi sed de ella, cada vez se me hacía mal difícil estar lejos de Julianne, era la maldita necesidad de verla cada día lo que me hacía venir a la escuela con mis mejores sonrisas que solo eran para ella. Cuando la ví iba llegando a su oficina y nuestras miradas se encontraron, ella me sonrió y de inmediato el subidón de energía llegó a mi cuerpo como un rayo, moví mi mano en forma de saludo y nos quedamos mirando por unos segundos, si fuese como antes yo entraría a su oficina sin dudar pero como decidí darme "tiempo" esa posibilidad estaba descartada, aún así su mirada me hacía sentir especial, querida, protegida, me hubiese gustado acercarme y separar el estúpido espacio que yo había impuesto entre nosotras, pero al último segundo Julianne me lanzó un beso discreto con su mano y entró a su oficina dándome una última mirada, cuanto deseaba seguirla...
Al día siguiente me levanté con un extraño ánimo, el día estaba soleado y habían varios grados por encima del promedio incluso para ser de mañana, por la noche había dormido destapada por completo y aún así sentía como la temperatura me rodeaba sin dejarme dormir. Decidí salir a correr con un conjunto de dos piezas que dejaba mi estómago descubierto, hice mis habituales estiramientos y amarré mi cabello en una coleta.
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Malos Tiempos(temática lésbica)
RomansNalia tiene dieciocho años, hija menor de una familia con pocos recursos, el desempleo de su padre y con la venida de un nuevo hermano a la familia decide trabajar durante el verano en un prostíbulo ¿Qué pasaría si en su nuevo trabajo se encuentra c...