Presentación

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-Hombre, deja de comportarte como si fuera el fin del mundo, me hablaste de tu familia un millón de veces, todo saldrá bien-dijo en un intento en vano por lograr que su novio no actuara tan paranoico. Por un momento, el temor la invadió-. ¿Acaso no quieres que los conozca? ¿Es muy rápido todo esto...?

-No-respondió Keith antes que ella pudiera hacerse una mala idea. Tomó ambos manos mientras se detenían frente a la casa de Keith. Mil veces había visitado el lugar en los tres años que se conocían, primeramente por proyectos de la escuela y luego sus vidas en la universidad. Conocía cada esquina remota de la casa, a excepción de sus ocupantes oficiales que solían trabajar a tiempo completo-. Te quiero, quiero dar este paso contigo. Ya conocí a tu familia y Colleen es más que genial conmigo, pero esta es la primera vez que conocerás una parte de mi y solo...es un poco agobiante-se desahogo-. Yo quiero que todo vaya bien, nuestra relación...es muy importante para mi.

Pidge sonrió con suavidad, balanceando sus manos sujetadas.

-Oye, hablamos de esto-colocó una mano en su mejilla, pasándola por aquella cicatriz que siempre se quedaría impregnada en su memoria. Recordando cómo un chico remotamente desconocía, que no la conocía en lo absoluto, salto para defenderla de un ladrón en aquella gasolinera. Pidge recordaba lo asustada que estaba y lo sorprendido porque alguien que no fuese su familia saliera a protegerla-. Adoraré a tus padres, sea quienes sean, hagan lo que hagan. Tu pasado no te define, ya lo sabes. Deben ser personas maravillosas para criar a un hijo como tú.

En todo este tiempo que lo conocía, sabía tres cosas fundamentales sobre Keith Kogane que uno debía tomar siempre en cuenta. Uno, era adoptado, sus padres fallecieron durante un incendio y amaba a sus padres adoptivos con todo corazón, dos, tendía a rechazar a la gente y evitar que la gente lo rechazara. Si uno era persistente, lograría conocerlo bien a fin de cuentas. Y tres, era alguien terriblemente obstinado. Pidge lo supo en el mismo instante cuando se ofreció curar esa cicatriz en compensación esa noche fría en la gasolinera, cuando logro vencer al ladrón que llevaba una palanca de auto en la mano con la intención de robarle, solo para recibir un rotunda negativa, alegando que no era necesario. Siendo tan obstinada como él, decidió que no lo dejaría ir a menos que le dejara hacer esto y no tuvieron más opción que sentase ese día en la cera, lidiando con un silencio incómodo y quizás, con el peor de los comienzos. Su relación comenzó con el pie derecho, pero ella reconocía que una relación era trabajo y tenía altos y altibajos. Esa era la razón por la que estaban allí, después de nueve meses de una relación duradera, pensó que ya era hora que conociera a sus padres como lo hicieron con los suyos. Sam adoraba a Keith como un hijo más y Colleen solía tener siempre un asiento más en la mesa familiar cada vez que lo traía a casa para cenar.

Matt seguía siendo escéptico, pero porque se encontraba en esa fase de proteger a su hermanita menor de cualquier muchacho que pudiese romper el corazón, pero estaba segura que se le pasaría con el tiempo.

Suavemente, lo sintió rozar su frente contra la de ella.

-¿Cómo lo haces?

-¿Hacer qué?

-Esto, saber cómo me siento, mis temores, mis ansiedades...

-Dicen que las gentes gemelas se leen perfectamente-jugó divertida-. Ya, enserio, te conozco. Todo este tiempo conviviendo juntos me ha enseñado a saber cómo debo hablarte en cada situación y creo que tú sabes lo mismo. Podemos con esto.

-Está bien-suspiró-. De todos modos, Shiro lleva planificado esto durante semanas y se volvería loco sino te traigo.

-Me halaga.

El muchacho apretó afectuosamente su mano mientras se volvía para la puerta de la casa y tocaba con dos ligeros golpes.

-¡Takashi, ya llegaron!-dijo una voz desde dentro y Keith rodó los ojos, sabiendo lo que avecinaba.

Escucharon pasos rápidos dirigiéndose hacia la puerta. Pidge parpadeo y forzó su mejor sonrisa cuando un hombre asiático con una prótesis apareció en el umbral. Debía ser Shiro, pensó. Keith adoraba a este hombre y se alegró por fin conocerlo en persona. Alguien por detrás se asomó, un hombre de piel morena, ojos oliva y cabello castaño.

Adam.

-Entonces, estos son mis padres, Adam, Takashi...-su sonrisa se acrecentó cuando se dirigió hacia ella. Pidge sitio como su corazón se aceleraba con afecto-. Esta es Pidge.

-¿Pidge?-el hombre estiró su mano en saludo y Pidge no dudó en tomarla-. Keith siempre habla tanto sobre ti que ya es como si te conociera...

-¡Shiro!

-Déjalo ya, Takashi, ya podrás avergonzarlo durante la cena-se burló su novio. Los ojos de Adam se dirigieron hacia ella y le dedicó una pequeña sonrisa-. Bienvenida, Katie.

-Es un placer.

Y Pidge sintió que era algo comienzo de algo.






N/A: Personalmente no odio a Adam, incluso si una de mis OTPS está prácticamente "muerta" por así decirlo, Shiro es uno de mis personajes favoritos de la serie y creo que todo buen fan, debemos aceptarlo y sobrellevarlo de la mejor manera.

Quizás también publique más seguido, la serie está acabando y mi OTP puede ser derrocada por el canon(?)

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