En esta vida...y en la otra

CAPITULO 3

- Vamos Mike, tenemos que volver a repetirlo – Hablaba Quincy Jones a través del intercomunicador que había en el estudio de grabación en la disquera.

- ¿Qué ha salido mal? Yo lo escuche perfecto – Se quejaba Frank quien se encontraba con Quincy

- Si, yo también quiero repetirla, no me convence – Apunto también Michael concordando con las palabras de Quincy, su productor musical

Michael pudo observar a través del gran cristal, que comunicaba el estudio de grabación y el estudio de edición, como Frank caminaba de un lado a otro todo histérico y desesperado sin dejar de fumar el puro, era tan raro ver a Frank DiLeo sin que fumara uno. No pudo evitar reírse por la desesperación de su manager por querer que todo saliera rápidamente, realmente no comprendía el arduo proceso que llevaba una sola canción.

Las horas habían pasado rápidamente, estando en el estudio de grabación no tenía noción del tiempo. Cuando salió, se percató de que la noche estaba presente. Dio una gran bocanada de aire y pudo observar como el vaho salió de su boca, señal del frió que hacía en la ciudad en aquellos instantes. Pero no pudo disfrutar mucho del frió ya que rápidamente se subió a su camioneta con rumbo a su hogar para darse un merecido descanso. El estacionamiento estaba solitario, algo que agradecía infinitamente y a la vez le llenaba de curiosidad ver todo el espacio vacío; por su mente paso que era un buen lugar para poder bailar son necesidad de ser molestado por ello esas altas horas de la noche. No pudo evitar reírse al darse cuenta de lo absurdo de su pensamiento. Se dedico a mirar por la ventana para así poder distraerse en el camino hacia Neverland, apenas habían doblado la esquina cuando observo un auto con la capota del motor abierta.

- ¿Ciara? – A pesar de la falta de luz claramente podía distinguir a su joven asistente – Miko, detente por favor

- Claro, pero ¿Qué pasa? – El chófer y amigo lo miraba desconcertado pues en aquella calle no había nadie, claramente no había divisado a Ciara.

- Creo que Ciara está en problemas – Salió rápidamente del auto sin esperar a que Miko le abriera la puerta.

Cruzó la calle rápidamente, sin detenerse a observar si un automóvil pasaba por ahí, afortunadamente no había ninguno. Reacción que se le hizo de lo mas extraño para el chófer ya que lo conocía de años atrás y nunca lo había visto de esa manera.

- Ciara ¿Qué ha pasado? – La chica se golpeo en su cabeza con la capota del motor al escuchar que alguien la llamaba, indudablemente se encontraba concentrada observando el motor tratando de descifrar el motivo por el cual su auto no encendía.

- Auch – Cerro los ojos ante el dolor provocado por el golpe

- Lo siento – Se acercó más a ella para observar que no se hubiera hecho daño.

- No te preocupes – Mantenía su mano en su cabeza, sobándose lentamente - ¿Ha pasado algo?

- Acabo de salir de grabar y me di cuenta de que estabas en sola y – Observó el automóvil tratando de que ella no notara que sus mejillas se habían tornado de un rojizo intenso – veo que el automóvil te ha dejado tirada

- Bueno...yo... – No sabia como explicar la penosa situación en la que se encontraba – Estaba...tratando de ver...que...que es lo que tenía, si eso – Trataba de sonar convincente pero su nerviosismo era mas que evidente

- ¿Y realmente sabes de automóviles? – Le preguntó de manera divertida Michael

- Si...algo – Michael arqueo una ceja sin quitar una sonrisa divertida en su rostro. Ciara sabia que su jefe no le había creído ni media palabra