El bosque de los mil retoños

Prologo

El joven peliblanco, abrió sus ojos, el sol entraba por la ventana de aquella casa de madera rústica, un nuevo día iniciaba, mientras el peliblanco escuchaba el sonido de los pájaros cantando y sentía el calor de los rayos del sol calentando su cuerpo. Un leve viento soplaba a través de la ventana, algo frío, aunque el chico ya estaba acostumbrado.
-¡Aummm!- bostezo mientras se daba un estiron y se levantaba de la pequeña cama de madera miró su habitación, su mueble donde guardaba sus cosas, aquel pequeño farol con una vela que servía para alumbrar la oscuridad de la noche y nada más, una habitación simple para el, en esa casa de dos niveles.
-Vaya, es bastante difícil ser un chico en una familia de chicas, aquí en la aldea, pero no me quejo, es una vida tranquila- dijo, al muro, como si estuviera hablando con alguien mas, una extraña costumbre que el tenia, y que trataba de ocultar. De repente, la puerta de su habitación se abrió, y justo ahí, se asomo su hermana mayor, mirándolo con confusión.
-¿Con quien hablas Lincoln?- dijo la castaña, está llevaba puesto su vestido rojo, con blanco, que cubría la mayor parte de su cuerpo. Lincoln, algo apenado, negó con la cabeza y de inmediato se dirigió a su cómoda a cambiarse.
-Emm, Lynn por favor, ¿Puedes cerrar la puerta? Me voy a cambiar-

-Oh, vamos, ¿Te da pena que tu hermana te vea?.
-No es correcto y tu lo sabes bien, se educada y dame mi privacidad por favor- la castaña, simplemente cerro la puerta y el peliblanco de inmediato, se despojo de su ropa de dormir, tras unos instantes, el se encontraba listo, Unos pantalones negros, camisa blanca y sus pequeños botines era lo que el se había puesto. Después el joven se dirigió hacia la ventana, mirando el exterior, como siempre su pequeño pueblo se veía en calma, del otro lado, se podía ver la casa de los vecinos y como siempre, la señora Mckenzie, estaba alimentando a sus patos, un grupo de chicas caminaban por la calle, a lo lejos, se podían ver los cultivos de calabazas y maiz, y el bosque a su alrededor, le daba a ese lugar un aire de tranquilidad.
-Saben, en este pueblo, hay muchas mujeres, tal vez demasiadas- dijo nuevamente al muro, siguiendo su rara costumbre, -De hecho de no ser por mi amigo Clyde, el reverendo Santiago, que por cierto es esposo de mi hermana mayor Lori, el idiota de Chandler y yo, sólo habría chicas aqui, según mamá, los adultos mayores se fueron a la guerra contra los ingleses, no hay mucha masculinidad aquí- dijo mientras cerraba la ventana y salía de su habitación. Bajo las escaleras y de ahí se dirigió a la cocina,donde sus hermanas se encontraban desayunando, en la mesa se encontraban sentadas sus hermanas, Lisa, Lana, Lola, su hermana Lucy, su hermana Lynn y su hermana Luna, y mientras, sus hermanas mayores, Leni y Lori, junto con su madre, quien cargaba a lily, servían el desayuno. Asimismo y entrando por la puerta, se veía a su amigo Clyde, el cual vestía una camisa blanca, pantalones negros algo desgastados y una botas, este entró con un fajo de leña, lista para ser usada para las necesidades de aquel humilde hogar.

-aqui la tiene, señora Loud, leña cortada y lista para la cocina- el joven entonces se limpió el sudor y de inmediato se sentó juntó a los demás, Lori entonces, le preparó el desayuno, y lo sirvió junto a sus hermanas.

-Muchisimas gracias clyde, sientate amor, el desayuno está listo- entonces el joven afroamericano, se sentó junto al peliblanco.

-Ahh si olvidaba decir que Clyde, no es sólo mi mejor amigo, también es mi hermano adoptivo- dijo el peliblanco. tras eso, todos procedieron a desayunar, y los menores a alistarse para el colegio.
Y así, el peliblanco y su amigo, se dirigieron hacia la escuela, una pequeña cabaña de madera en las orillas del pueblo,muy cerca de los campos de cultivo. El peliblanco, caminaba con su amigo, platicando acerca de la tranquila y aburrida vida en su pequeño pueblo, cuando de repente y a su lado, Lincoln miro pasar a aquella linda chica de pelo pelirrojo y mirada dulce, quien al mirarlo, sonrió levemente, iba vestida con su vestido azul marino, y su pañoleta blanca, cual chica puritana. Su sonrisa y su rubor aumentaron,resaltando sus bellos ojos azules.