Cap. 10. Un loco y una huesos

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Había conseguido burlar a aquellos hombres, esos tipos que no le dejaban ni a sol ni sombra, temía un poco siendo una chica tan vulnerable, pero me asustaba más la idea estar tan cerca en el mundo de la mafia

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Había conseguido burlar a aquellos hombres, esos tipos que no le dejaban ni a sol ni sombra, temía un poco siendo una chica tan vulnerable, pero me asustaba más la idea estar tan cerca en el mundo de la mafia.

Había decidido irme del instituto, claro que, dejándolos a ellos ahí esperando, no tenía caso estar sentada en una clase en la que desde luego no pondría atención, era mejor salir a despejarme un rato en la calle, aunque desde luego no estaría mucho tiempo, seguía pensando en la idea de esta mañana, mis hipótesis se basaban en que alguien me había estado espiando casi toda una vida, y por otra parte está la paranoia que siempre tengo.

Estaba a unos pasos de un teléfono público, el mio ya no tenía pila, estaba pensando en hablarle a mi hermano para que me dijera dónde estaba y con quién. Aunque seguía enojada con él, debo aceptar que es mi sangre y lo quiero aunque sea un poco, y es inevitable sentir preocupación por él.

— ¡Oh! Miren quién está aquí — habló a lo lejos una voz reconocida

Aquella chica que me había casi prometido no cruzarse en mi camino ahora estaba viniendo a mi, con una típica sonrisa de oreja a oreja, podía ver el veneno a su alrededor esperando salir con ansias.

— ¿No deberías estar en la University? — detuvo su paso para ganarme el teléfono —, no tardo linda — llevó su cabello atrás dejando ver unos lindos aretes de oro

Me crucé de brazos mientras podía escuchar su plática, esperando a que terminara para poder hablar con mi hermano que viniera por mi. Todo esto seguro era para tenerme aquí parada como estúpida, porque su plática no era muy formal que digamos, su celular obviamente tenía pila porque podía verse en su bolsillo trasero encendido recibiendo mensajes.

— Listo amor — sonrió dejando el teléfono —, volviendo a la pregunta...

— Me salí, ¿no me ves? — dije obvia, evitando que volviera a preguntarme

Dejó salir una risa algo molesta: — Tranquila, puedo llevarte a casa si quieres — se ofreció muy amable

— No muchas gracias, y creo que ya habíamos dejado en claro nuestros estados para estos casos Miriam — sonreí al igual que ella

— ¡Oh, vamos! — me tomó del brazo haciendo que me doliera un poco

No tuve otra opción mas que entrar a su coche, seguía sin creer cómo la gente hipócrita quería hacerse notar en todos los ámbitos.

— Veo que te estás revelando — añadió sin dejar de ver el camino —, ¿se puede saber el motivo de tu escape?

— Digamos que hoy no tuve ganas de recibir una clase — la evité mirando por la ventana — ¿Y tu?

Pain In My Bones [MJ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora