friendzone Nivel: Sexual

CAPÍTULO 19

Jessica salió de paseo durante 2 semanas, tiempo durante el cual, ella también dejó de hablarme, por alguna razón siempre que ella viaja, se distancia de mí, al finalizar su viaje, el día siguiente de su regreso, ella se acordó de mí, no me avisó con tiempo, sino en la mañana del mismo día para vernos, y tuve que arreglarme rápido; llegué a su casa, estábamos solos, aparentemente sin intención alguna, se acercó a mí, buscando que la besara en su cuello, ella empezó a perder un poco el control, la acaricié en su pubis encima de su jean, luego lo desabotonó llevando mi mano, sobre su cachetero, ya estaba mojada, su cachetero lo sentí empapado más de lo que recordaba, luego intenté meter mi mano bajo su cachetero, pero me detuvo diciendo ella:

-No Santi, no lo hagas

Me retiré por unos segundos, continuando aquel movimiento sobre su cachetero, al cabo de unos minutos, probé suerte nuevamente, pero:

-Que no Santi, no metas la mano

Nuevamente emprendí la retirada, llevé una de mis manos hacia sus hermosos pezones, luego con la otra sobre el cachetero, realizando mis movimientos, y ensayé ahora bajar su cachetero para besarla abajo, sin embargo, una respuesta abrupta de Jessica interrumpió mi camino, quitándome las manos de su ropa dijo:

-Que no Santiago, hoy no

-Por qué no? - Pregunté

-Porque estoy depilada!

Quedé atónito ante su respuesta, porque si bien es cierto que me gustan las chicas "al natural", y siempre que he estado con ella, nunca había pasado por mi mente que quizás, Jessica había hecho esas cosas sólo por darme gusto a mí, como tampoco imaginé que para ella fuera tan importante el hecho de que no la pueda ver ni tocar, al estar depilada; tuve una ligera impresión de que ella quizás pensaba que al verla así, yo me desencantaría de ella, si bien, no tuve el placer de tocarla más, me encantaba la idea de que Jessica prestara tanta atención al momento de estar conmigo.

Podría Jessica estar demostrando más cosas acerca de sus sentimientos? No lo sé, pero habían detalles que parecían darme la razón a mí.

Así que no tuve más remedio que seguirla besando en el cuello, en medio de sus senos, y conformarme con acariciar su vagina mojada sobre su cachetero que no podía contener más líquidos; ella terminó corriéndose con mi mano sin poderla sentir como hubiera querido, supongo que al tipo con quien estaba ella, le gustaban las chicas depiladas, y así ella no me permitía tocarla. Y terminó aquella visita.