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—Vamos, corre ChanYeol, o no podrás atraparme...

De nuevo se encontraba allí, corriendo rápidamente, haciendo su mayor esfuerzo para alcanzarlo. Lo peor es que ya sabía que era un sueño y que en unos segundos se podría acabar, pero se sentía tan real, que volvía a caer en ese juego interminable, y ChanYeol llegaba a la conclusión de que, ese híbrido lo hacía demasiado manipulable.

Igual que todas la noches, luego de irse a dormir, aparecía en el mismo bosque obscuro tratando de no caer, ni tropezar con las ramas y arbustos, yendo tras ese híbrido de lobo de piel nivea, orejas y cola blanca, que lo dejaba sin aliento con su rostro angelical. Pero siempre terminaban igual; El híbrido escapaba de él, corriendo a toda prisa, mientras le gritaba que lo alcanzara. Y mierda, aunque ChanYeol tuviera las piernas largas para poder dar grandes zancadas, nunca lograba llegar hasta él.

—Ya no corras pequeño. Espérame.—pidió respirando con dificultad mientras corría.

—Vamos ChanYeol, que falta poco para que el sol salga.—gritó. El híbrido torció un poco el cuello, mirándolo por los hombros.—Debes alcanzarme.—le sonrió jadeando y volvió su vista hacía delante.

Con cada zancada que ChanYeol daba, el híbrido aceleraba y se adentraba más y más a ese obscuro bosque. Y los árboles no eran de mucha ayuda, ya que solo lo hacían tropezar y enredarse con las ramas de esos inmensos arbustos. Además, ChanYeol ya tenía suficiente y de sobra con él mismo.

Siguió corriendo tras el híbrido, con la mínima esperanza de llegar hasta él como su impulso. Tenía la respiración agitada, algunas hojas y pequeña ramas enredados en su cabello. Y Cuando por fin se pudo hacer paso entre los árboles y arbustos y llegar hasta la parte clara del bosque, donde la luna iluminaba el bosque y el río reflejaba la luna azul que brillaba en su sueño, paró jadeando, buscando el paradero del híbrido.

El pequeño chico se había quedado parado serca del rió que pasaba justo por la mitad del bosque, separándolo en dos partes, esperando a que él llegara. Vio como el híbrido lo miraba de forma traviesa, con las comisuras de sus labios estiradas, formando una pequeña sonrisa.

Pudo apreciar el blanco pijama del híbrido que consistía de una remera y unos pantalones holgados, que hacían juego con todo él, dándole una apariencia pura en inocente al pequeño, con los pies totalmente descalzos. Por inercia observó los suyos y pudo darse cuenta que él tampoco llevaba un par de zapatos, e iba vestido de la misma forma en la que se había ido a dormir.

—¿Vendrás Channie?—preguntó el híbrido llamando su atención, mientras se volteaba y quedaba frente a frente con el río.—Aún no me has atrapado.—rió juguetón, mientras miraba su reflejo en el agua.

ChanYeol frunció el ceño sutilmente, y miró confuso al híbrido. El chico no pensaba saltar al río ¿o sí?

—¿Que hacés, pequeño?—preguntó en un murmuró dando dos pequeños pasos al frente, lentamente, con todos sus sentidos en alerta.— No irás a saltar ¿no?

El híbrido se encogió de hombros ocultando una risita detrás de su mano, aún parado frente al río. Se giró un poco y lo observó a los ojos, sonriendo ampliamente, dejando ver esa bonita y blanquecina dentadura que iluminaba más que la luna y todas las estrellas del bosque juntas.

—Nop.—negó con la cabeza.—No voy a saltar. Al menos no del todo.—habló riendo.—Pero sí voy a cruzar.—le informó decido.

—¿Qué? ¿A qué te refieres con eso...?—se atragantó con sus palabras antes de poder terminar la pregunta, al ver como el bonito híbrido se dirigía más serca a la orilla del río.

Quedó totalmente absorto y al ver como sobre el agua, se iba formando un pequeño puente de luz amarillo, que daba la sensación se estar viendo a un espectáculo de miles de luciérnagas que llegaban hasta el otro lado del río. El híbrido cruzó despacio dando pequeños saltos, hasta llegar sano y salvo al otro lado del bosque.

Simplemente es un sueño... [ChanBaek•• BaekYeol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora