Mi alarma sonó justo a las seis de la mañana, quería que el tiempo me alcanzara bien para llegar a las ocho al aeropuerto, anoche llegue a preparar mis maletas, estaba demasiado cansado, no pegue el ojo en toda la maldita noche, fue un tormento escuchar los pequeños pero audibles gemidos y jadeos de la habitación contigua
Ahora estaba más que convencido de que el matrimonio Baltas Cifuentes consumo su matrimonio, me sentía asqueado solo de recordar su voz pidiendo más; sin aguantar más devolví el estómago dentro de la regadera, estaba tan mal; ahora más que nunca tenía que irme
Tras 30 minutos en la ducha salí a cambiarme poniéndome algo casual, serian varias horas de viaje y quería estar cómodo; tras estar listo y con maletas en mano baje para despedirme de mi madre pero me encontré a los esposos; Valentina me miro con sorpresa
Ambos vestían ropa deportiva a juego tal parece que les gusta vestirse igual, Anker se veía un poco cansado, estaba pálido apenas y sonreía; sus miradas estaban más que puestas en mí y en cada movimiento que hacia; ninguno de los tres dijo algo por unos largos minutos
– ¿Sales de viaje? – Anker parecía confundido
– Si, últimamente me he sentido fatigado y necesito descanso
Coloque las maletas en el suelo y camine al comedor bebiendo un poco de jugo, la mirada de los Baltas estaba sobre cada uno de mis movimientos, ambos estaban un poco sudorosos lo que me imagino es por correr como cada mañana lo hacían; pero realmente Anker se veía mal
– Pareces cansado
– Lo estoy, ayer fue un día ajetreado y hoy fuimos a correr
– Terminemos de desayunar y vamos a que te recuestes un rato no quiero verte enfermo ¿Entendido? – Envidie la dulzura con la que valentina le hablo a su ahora esposo
– Bien yo me voy, tengan un buen día
Tras dejar el vaso en el lavabo volví al comedor donde me despedí con un pequeño cabeceo y sin perder más tiempo camine pausadamente hasta mi equipaje, esto era todo; ellos estaban casados y ya no habría marcha atrás, ya no podría recuperarla
– James – cerreros ojos y detuve mi camino al escuchar la dulce voz de Valentina – espero tengas un buen viaje, cuídate
– Gracias, lo hare
Un nudo en mi garganta se formó al momento de tomar mis maletas, era momento de dejarla ir definitivamente; el camino a la puerta principal se me hizo demasiado corto, observe la casa por última vez mientras guardaban mi equipaje, estaba por subir al auto cuando la escuche
– AYÚDENME POR FAVOR NECESITO AYUDA
Me adentre corriendo a la casa, Valentina estaba en suelo sosteniendo la cabeza de Anker, al parecer se había desmallado; tras acercarme más vi su nariz llena de sangre, tomé mi teléfono marcando a emergencias
– Necesito una ambulancia, es urgente...
Horas después...
Valentina no paraba de llorar desde que la encontré en la sala junto al cuerpo inconsciente de Anker, ya habían pasado siete horas desde aquello y aun no teníamos ninguna noticia de su estado; Elie se encontraba demasiado tranquila tratando de calmar a su nuera
Tal parece que el cuerpo del señor Baltras no soporto el cansancio, la ceremonia religiosa, la fiesta, su noche de bodas y el ejercicio de la mañana lo cansaron demasiado; lo que no entendía era porque nadie venía a darnos razón de su estado de salud
Un doctor salió diciendo que Anker había recuperado la conciencia y que estaba pidiendo hablar con su esposa y sus suegros por lo que los tres desaparecieron por el pasillo, me deje caer en una de las sillas; mande un mensaje a Tania pidiendo pospusiera mi viaje un par de días
– Anker está muy enfermo – Elie llamó mi atención, por sus mejillas ya corrían varias lágrimas; ella se encontraba a dos asientos de mí – me entere que te comento sobre su enfermedad de hace años y de cómo conoció a Valentina
– Si lo hizo pero dime ¿El cáncer le regreso?
– No, mi pequeño tiene un tumor en la cabeza y ya no hay nada que hacer
– ¿Cómo que no hay nada que hacer?
Su llanto iba en aumento, tan solo de verla sentí estremecer mi cuerpo; no podía creer que Anker podía morir y si él moría Valentina se pondría nuevamente mal ¿Y si trataba de matarse nuevamente?; tras ese último cuestionamiento mi corazón dolió solo de pensar a mi pequeña con ese gran dolor
– El tumor es inoperable por lo que es inevitable que mi hijo se recupere, él fallecerá en meses o a lo mucho un año es lo que los ocho doctores que hemos visitado nos han dicho
Tras decirme lo último se puso a llorar de manera intensa por lo que sin dudarlo me acerque a ella rodeándola en un abrazo tratando de reconfortarla; ahora entiendo su insistencia de no alejarme de Valentina, no sabía que decir o que más hacer
Los minutos pasaron haciendo que Elie se calmara y me agradeciera por mi preocupación, unos pasos acelerados llamaron nuestra atención, Valentina venía a toda prisa pero su intención no era detenerse por lo que paso de largo, sus ojos estaban inundados en lágrimas
Mi impulso me hizo levantarme y seguirla, más que nunca necesitaría de mi apoyo y se lo daría; salimos del hospital pero iba tan sumergida en sus pensamientos que no se fijó al cruzar la calle; la tome justo a tiempo evitando que la atropellaran, sus brazos me rodearon y lloro como lo hacía hace años
– Tranquila, Anker te necesita bien
– ¿Por qué cuando siento que todo irá bien algo malo pasa?, no creo soportar perderlo – su voz era inestable y se notaba su sufrimiento – lo amo tanto que sin él me moriré
Eso dolió demasiado, saber que ella lo amaba de verdad y que también podría perderla porque "Sin él se moriría" me llenaba de frustración, dolor e impotencia; prefería mil veces verla con otro pero feliz que muerta; eso no podía permitirlo, su felicidad es mi felicidad y su dolor es el mío
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Misión: Recuperarla. [COMPLETA✔ ]
Ficção AdolescenteEscrito para mayores de edad (+18 años), contiene descripciones violentas, inapropiadas e ilegales; leer bajo su responsabilidad. - Nana ¿Dónde está Valentina? Necesito hablar con ella - La niña no está, Valentina se fue a estudiar al extranjero ...