Al fin...el mundo al fin fue liberado de los malditos titanes. Ningún titán quedó, incluso los que eran mitad humanos fueron aniquilados.
Todos incluso el titán que lo llamaban 'la esperanza de la humanidad'. Irónico nombre para darle o, eso opinab...
Uno, dos, tres.... ¿cuantos días estaba ahí?, ya no lo recordaba pero lo que sí sabía era que tenía salir de ahí lo más rápido posible. En el tiempo que estuvo ahí pudo ver como era realmente Luís, una persona totalmente perturbada y loca.
Desde que llegó ahí, Luís se empeñó a darle gestos escalofriantemente excesivos y maniáticos; tales como que aún seguía en esa fría y húmeda habitación pero por generosidad de Luís le había dado una cama, pero también seguía atado de su cuello con un collar y cadena de metal, Luís le llevaba sus comidas bien preparadas y él mismo le daba la comida en su boca -cabe decir que Luís le tenía todo el tiempo drogado, quedando indefenso y sin poder hacer nada contra Luís-, otra cosa mucho más extraño que eso era que eren al no poder hacer nada por su cuenta -cosas dificiles- Luís cada día llegaba a su cuarto con una muda de ropa y él mismo lo vestía e incluso le daba un baño para que no estuviera tan mal.
Eren a pesar de estar el mayor tiempo bajo efectos de la droga, aún estaba consciente de su alrededor y este comportamiento de Luís sólo lograba asquearlo, era como su muñeca de Luís y sólo podía pensar en lo horrible que le pasaba y que más que nunca deseaba volver con su familia y amigos.
Era un tormento lo que pasaba cada día, incapaz de hacer algo para salí, iniciando cada día con Luís a su lado con la comida ya lista para darle de comer, luego que este lo cargará a un cuarto de baño donde lo bañaba y lo vestía, y de nuevo volvía a ese cuarto blanco donde siempre estaba, escuchando las locas palabras de amor que decía Luís como un lunático.
Se preguntaba cuando lo drogaba, ¿tal vez en la comida?, ¿o quizás en el baño?, pero no tendría sentido ya que desde que despertaba hasta que dormía sentía la droga en su cuerpo. A veces se preguntaba si sería mejor acabar con su vida ya de una vez que seguir siendo el maldito muñeco de Luís, aparte que desde que estaba ahí sus sueños eran extraños y al mismo tiempo triste, melancólicos y horribles.
Soñaba con cosas tan raras, con enormes murallas y también criaturas con forma humanoide pero aterradoras y más grandes que devoraba a los humanos, cada noche soñaba con esos escenarios que sólo lograban confundirlo además que veía en momentos a personas extrañas de uniformes pero lo más raro era que siempre estaba tratando de alcanzar a alguien en esos sueños... pero, ¿quién era?.
--- mi amor despierta --. Oh no.... de nuevo era Luís, se preguntaba si algún día podría salir de ahí o no.-- Es hora de tu comida cielo--. Palabras dulces pero usadas en un tono de voz que sólo calava los huesos de eren y pronto toda esperanza iba muriendo.
Donde estaría su príncipe azul que lo salvaría de su terrible tormento.
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Al fin... Ya tenía una pista segura de donde estaría su eren, muy pronto lo volvería a tener en sus brazos y está vez él sería el primero en revelar sus sentimiento como lo hizo eren en el pasado.
Ya no le importaba el miedo de no ser correspondido, sólo quería tener de vuelta a eren y no dejarlo ir nunca más, y ahora hará todo lo posible para tenerlo.
