Lady de Cristal #CreaTuHistoria

[Fase I: Foto Antigua]

Sinopsis: Molesto y frustrante, la actitud de Nastei es molesta y frustrante... ¿Qué tal un pequeño recuerdo para joderlo durante ese día?

"¿Quieres jugar con mi mente? Pues yo jugaré con la tuya, querido hermano."

Una semana.

El hombre llevaba una semana encerrado en la maldita sala de metal con su invento.

Teser no entendía. ¿Por qué siempre estaba ahí? ¿Cuál era su objetivo?

Eso le enfadaba, el no entender a Nastei; era frustrante.

— Maldito idiota... —pronunció entre dientes dejando que toda su furia fuera a sus manos y, con esto, terminara rompiendo la taza que tenía.

Ni se molestó en juntar los pedazos, sólo pasó a servirse más de la caliente bebida en una taza diferente. Esa era otra cosa que odiaba, cuando no podía disfrutar de su relajante té.

Luego de estar esperando en una banqueta plegable, atendiendo a los clientes, volvió frente a la puerta. Ahí los vio salir.

— Es muy importante que no te acerques a altas temperaturas, debes tener cuidado para que no vuelva a pasar este incidente. — regañaba el más alto con una taza de té, pero este estaba frío.

— Lo sé, pero... Quería servirle su café en vez de estar viendo como se esforzaba. —respondió la chica de brazos cristalinos.

— "Profesor..." — imitó el tono aniñado de Timane poniendo una mano en su mejilla. Teser amaba burlarse para observar las diferentes reacciones de los demás, pero no las de Timane, pues se quedó callada con expresión neutra, mirando a Nastei.

— Profesor, ¿ella... Está haciendo un proceso de recolección de información ahora mismo? — preguntó. Una idea surgió en la mente de la castaña.

— ¿Quieres recolectar información? Pues mira. — sacó su celular de su bolsillo y entró en la galería, más específicamente en la carpeta "Extorsiones". Ahí estaban ambos hermanos según parecía de apariencia joven, el mayor con una sonrisa de lado y la menor con una notable alegría mientras de fondo se veía unos árboles, un cielo despejado, y un ambiente típico primaveral. Parecía haber sido sacada hace años.

El profesor no mostraba ningún sentimiento, permanecía neutral, como una máquina que dejaba de funcionar de golpe, estaba recordando algo.

Su hermana lo sabía porque lo conocía bastante, cuando recordaba cosas referentes a su pasado familiar, su sentido de la realidad se apagaba, se sumergía en sus pensamientos, dejando que todos ellos calen hasta lo más profundo de su alma, aún si eso era doloroso.

La pelinegra era la única que no comprendía, ¿acaso eso era algo tan importante para su creador? Ojeaba a la castaña, buscando una explicación que no obtuvo de su parte.

Hora de cerrar la farmacia. El día laboral había terminado, y aún quedaba tiempo para hacer cualquier actividad.

A Timane le gustaba mucho limpiar, se le podría considerar una obsesiva-compulsiva por la limpieza, y Nastei, si bien era responsable y ordenado, pocas veces se daba cuenta de la suciedad por estar absorto en documentos, informes y experimentación constantemente.

Levantó los trozos de la taza destrozada cerca de la sala de experimentación, sintiendo el frío de los pedazos en la punta de sus dedos.

No, no era de la porcelana rota, el frío era la sensación de sus dedos índice y corazón rozar con la capa de piel que rodeaba su mano. Aún así los levantó, tirándolos en un basurero cercano y buscando un pañuelo junto a alguna sustancia para limpiar la mancha de la alfombra. 

— Nastei, ¿qué sirve para limpiar esta mancha?—ella tenía la libertad de llamarlo por su primer nombre cuando estaban solos en el inmenso lugar. De todas formas, no obtuvo respuesta, así que caminó buscándolo.

Subsuelo, nada.

Primer piso, nada.

Segundo piso, lo encontró apoyado en su escritorio, el cual tenía un cajón abierto, observaba una foto.

— ¿Nastei? —se acercó cuidadosamente. Era la misma foto que mostró Teser, pero esta estaba en una polaroid, e incluso se notaba vieja y desgastada. En una esquina decía "No olvidar, 2053." con un marcador rojo.

No iba a preguntar que era, si él no le contaba, no tenía derecho a insistir.

— Mi padre —dijo de golpe —, salía cada 12 de Septiembre del hospital a pasar tiempo con nosotros. Estaba encerrado ahí todos los días, desde que eramos niños; le detectaron una enfermedad crónica desconocida, se pensó que era Alzheimer en un momento, pero no era eso, con mis conocimientos médicos actuales puedo asegurarlo. Le encantaba sacarnos fotos y esta es la última que tomó hace cinco años, cuando se internó para siempre, donde debía de ser cuidado en cada momento por mi madre. No puedo volver a verlo jamás... ¡Y es como si ella lo tomará como una broma graciosa!

Por un momento entendió, pero por otro no. Una parte le decía que sabía lo que era ese pesar, que sabía lo que significaba, pero otra no podía entender ese sentimiento y la hacía dar vueltas en esa historia con sentimientos desconocidos.

Lo abrazó, ¿como un gesto de compasión?

Palabras: 785

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