-¿Sabes que te pones muy feo cuando te enfadas?-dije mientras rodeaba su cuello y soltaba una risita. Maldito alcohol, ¿qué estaba haciendo?
-¿Haz bebido?-preguntó.
-No.-sonreí y roce mis labios con su mentón.
-Sigo enfadada contigo-dijo mientras tomaba de mi cadera.
-Vaya..-murmuré.-Lo siento.-mentí.
-No te preocupes-suspiró Noel y me beso a lo que sonreí.-Vamos, te acompaño a casa.
-No tienes porque hacerlo-dije.
-Claro que si-sonrió.
Noel tomó de mi mano y comenzamos a caminar. El mareo se me había ido quitando por el aire fresco de la madrugada. Al llegar al edificio entramos y me acompaño hasta el elevador, donde el también subió. Se puso tras de mi y me rodeo con sus fuertes brazos y apego hacia el. Cuando el elevador llego nos bajamos y me acompaño hasta la puerta, la abrí y deje mis tacones y bolso en la entrada.
-¿Cuándo volveré a verte?-preguntó.
-No lo sé.-me encogí de hombros.
-Cuando la princesa diga-dijo. Rodee los ojos, que estúpido tío. Sonreí forzosamente.
-Vete, no quiero que llegues tarde.-me puse de puntillas para besar su mejilla, pero este giró su cara. Tomo de mis caderas fuertemente y me apego hacia el, me gire incómoda. Noel se detuvo cuando las puertas del elevador se abrieron, desde allí se oían risitas. Ambos miramos el emisor y eran Justin y una rubia... Potente, así la habría descrito Emily.
Mi mirada se había encontrado con la de Justin, pero la aparté.
-Hola-saludó mientras intentaba abrir la puerta.
-Hola.-respondimos Noel y yo al unísono.
-Tienes que irte-murmuré.
-Te dije que no lo sé.-suspire entrando a casa.-Adiós.-cerré la puerta.
Apenas había podido dormir esa noche, ya que desde mi habitación podía oír los gritos de la rubia que venía con Justin.
Me desperté a las once, camine como un zombie hasta la cocina, saqué una pastilla y un baso con agua. Luego abrí el cajón donde debiese estar el pan, y genial, no había, debía ir a comprar.
Tomé una ducha corta y precisa, y luego me vestí, arregle mi cabello a un moño, cepille mis dientes y tome mis llaves y móvil.
Cuando volví Justin y la chica rubia estaban en la puerta.
-¿Me llamarás?-pregunto coqueta.
-Ya veré-contestó indiferente.
-Eres odioso-se quejó molesta.
-No gritabas lo mismo anoche.-guiño con el ojo y esta se fue enfadada. Me eche a un lado para que pasara y la vi yéndose en el elevador. Después mire a Justin, quien me miraba. Lo mire de arriba a bajo.
-Todo un rompe corazones, ¿eh?-sonreí mientras sacaba las llaves de la puerta.
-Algo así-contestó mientras se encogía de hombro.
-¿No tienes frío?-pregunté.
-¿Te lo pasaste bien anoche con tu amigo?-pregunto.
-Sí.-dije encogiendome de hombros.-Yo ni preguntó... Sus gritos no me dejaron ni dormir.
-Eso pasa cuando estas con Bieber-sonrió pícaro.
-Será eso...-murmure.
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