✿ chapter five

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—La tarea de Biología

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—La tarea de Biología.

Sacudí mi cabeza.

—¿Qué?

—Dijiste que querías hacer el trabajo conmigo.

Asentí con la cabeza recordándolo.

—¿Te parece el viernes?—cuestionó.

Asentí otra vez.

—Pero, ¿Cómo sabías que estaba en casa de Diana?—dudé.

—No puedo decirte mi secreto.

Reí irónicamente. Estaba jugando su pequeño juego.

—El viernes en tu casa Blythe—empecé a cerrar la puerta y el la abrió.

—No sabes donde vivo—respondió confundido.

—De hecho si lo sé—hizo una mueca y antes de que pregunte respondí—No puedo decirte mi secreto.

Le cerré la puerta y volví al salón donde se encontraban las chicas.

—¿Qué pasó con Gilbert?—preguntó Diana.

—¿Era Gilbert?—preguntaron Ruby y Anne al mismo tiempo y a continuación el color rojo subió hasta sus mejillas.

—Si, hablamos del trabajo de biología que haremos juntos.

Ruby se quedó callada, Anne miraba para otro lado y Diana no sabía donde meterse.

—Por cierto. ¿Me dirían dónde vive?—reí.

Pasaron 20 minutos y las tres invitadas nos encaminábamos a nuestras casas. A mitad del silencioso camino Ruby se separó para ir en donde estaban sus padres esperándola. Anne y yo comenzamos una charla del porque de la actitud de Ruby.

—Debió tener un mal día.

—Se puso rara cuando les dije lo de Gilbert y sé que ella esta enamorada de él.

—Pero tú no lo estás—afirmó Anne y me miró esperando una respuesta.

—Apenas lo conocí hoy.

Entramos a casa y nos sacamos nuestros abrigos. Matthew estaba haciendo unas cuentas para pagar la granja y Marilla lo ayudaba. Saludamos y nos fuimos a la habitación.

—Estoy tan cansada—yo reí y concordé con ella—¿Has visto eso?

Ví donde ella señalaba y estaba el pequeño hueco de el piso.

—No es nada lo solucionaremos después—contesté rápido—vamos a dormir, comimos tanto en la casa de los Barry que no hace falta cenar.

Ella asintió y se acostó. Esperé a que se duerma para ir hacia el hueco y sacar el celular, lo acaricié recordando que era lo único de mi hermana Rose que tenía.

Lo guardé debajo de el colchón de la cama y pude respirar tranquila.

Me acosté pero no pude dormir, tenía un mal presentimiento. Cuando logré lidiar con el sueño pude descansar.

—A levantarse niñas.

Esta debe ser mi nueva rutina.

Me alisté mientras Anne aún no quería despertar. Bajé a desayunar junto a los Cuthbert y Jerry.

—Buenos días Grace.

—Buenos días Jerry.

Comí rápidamente y cuando terminé Anne bajó diciendo que no tenía apetito.

—No me interesa, comerás—insistió Marilla.

—No me siento bien.

—Entonces no irás a la escuela.

—Me siento mucho mejor y con muchas ganas de comer e ir a la escuela, solo fue momentáneo. ¿Me pasas una manzana Matthew?—respondió a gran velocidad la pelirroja.

Yo reí y busqué mi abrigo, los útiles escolares que me prestaba Shirley y el almuerzo que esta vez no olvidé.

Volví al comedor arreglando un poco mi cabello.

—¿Segura que ahora te sientes bien?

—Segurísima, vamos G.

Fruncí el ceño por el apodo de Anne y la seguí.

En el camino pregunté unas cinco veces si estaba bien a lo que ella asentía.

—Miren quienes están aquí: las perdedoras.

Giramos a ver a Billy y Anne se asustó pero seguía con postura firme.

—Mira quien está aquí. El perdedor de Billy Andrews—respondí.

—A mi no me llamas así, huérfana.

—¿Te refieres a huérfana como un insulto, como algo malo de lo que me debería avergonzar? Mis padres fallecieron, respeta eso.

Se quedó callado pero al instante volvió a atacar.

—Pero si son unas perdedoras. Sobre todo Grace, que quiere llamar la atención con sus pantalones.

—¿Quién es el perdedor aquí? Yo creo que tú, que estás tan pendiente de nosotras que ni siquiera dejas vivir a los demás como quieran y usando lo que desean—defendió Anne.

Nos fuimos dejándolo solo. Vimos a Blythe por lo que rodé los ojos. ¿Acaso me seguía?

—Se defendieron bien señoritas. Si quisieran yo podría ayudarlas si las sigue molestando.

—No, gracias, no necesitamos tu ayuda—sonreí.

—Hey Anne, se te ve pálida. ¿Desayunaste bien?

La miré y era cierto.

—No es nada, vayamos a la escuela.

Hizo un paso y cayó al suelo.

—Se desmayó—Gilbert la alzó.

—La escuela está cerca hay que llevarla.

—La señorita Stacy nos puede ayudar, debe tener un botiquín de emergencias.

Corrimos y me sorprendí que a Blythe no se le dificulte llevarla. Llegamos y gritamos por la profesora.

—Corranse todos, denle oxígeno. Necesito que alguien sostenga sus piernas arriba y alguien traiga algo con olor fuerte—pidió mientras venía y la dejaba sobre una mesa.

Josie, sorprendentemente, sostuvo las piernas de Anne. Un chico llamado Jacob trajo una colonia que olía bastante y la señorita Stacy se lo echó en su mano para luego poner su mano en la nariz de Anne. Ella despertó y todos gritaron de alegría y yo no pude hacer más que sonreír.

Gilbert corrió a abrazar a Anne mientras ella correspondía y se levantaba. Tenía mis dudas pero creo que a la pelirroja le gusta un poco el chico, y el chico también tiene algún sentimiento por ella.

Tocó la primer campana y nos sentamos. Blythe ayudó a Anne para llegar a su asiento aunque yo sabía que ella podía independientemente. Hablaron un poco y luego vino a sentarse junto a mi y sonrió.

—Me alegra que esté bien—dije.

—A mi igual. ¿Sabes? Me alegra también que en tres días vengas a mi casa Gracie. Sólo es un recordatorio.

El color rojo subió a mis mejillas y aparté la mirada haciendo que él riera. No puedo creer que haya logrado hacerme sonrojar.

omg el primer desmayo de muchos, lo que te espera gilbert jaja

SPY LIAR  ⤳  Gilbert BlytheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora