Invasión De Topos

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Luego de mi gran aszaña, Tsuyu estaba bastante contenta con mi desempeño, incluso Momo se acercó a mi con las palabras "Que fuerte eres"; por primera vez en mi vida, me sentía popular con las mujeres.

Tal vez este podría ser el propósito del que habló Basilus; si, mi propósito podría ser volverme popular con las mujeres.

Ya durante la noche, no pude evitar pensar en eso, estaba tan concentrado que no me dí cuenta cuando alguien entró a mi tienda y se deslizó entre mis sábanas.

-¡Buaaaa!

-¡Haaa! -Sasha me asustó con su tierna versión de un rugido-. ¿Qué haces aquí?

-Venir a saludar, hola... Oh, abuelo decir que siempre deber estar alerta.

Respiré hondo para calmar mi frágil corazón.

-No puedes estar aquí.

-¿Por qué?

-Porque no.

-¿Por qué? -no parecía querer irse.

-Mis compañeros no te pueden ver.

-Pero querer jugar.

-No es momento, jugaré contigo después.

Ella comenzó a hacer pucheros.

-Te daré chocolate.

-No querer chocolate, querer jugar.

No podía dialogar con ella, así que opté por el "plan b".

-Ya se, iré por Tsuyu para que nos acompañe, espera aquí sin moverte.

-Si -respondió contenta y salí de la tienda.

Ahora solo tenia que traer a Tsuyu desde su puesto y meterla a mi tienda sin que nadie nos viera.

-¡Haru!

-Mierda, ¿Qué pasa Raven? Es el segundo susto que me dan.

Ella tenía cara de pocos amigos.

-¿Segundo... ? Olvidalo; al fin tengo la oportunidad de confrontarte.

-¿Sobre qué?

-Conozco tu secreto y me parece de lo más horrible.

"Mierda, ¿Sabe de mi potencial de crecimiento?"

-Quitarle la oportunidad de vivir su vida a otra persona es horrible.

"Mierda, lo sabe"

-Yo sabía que había gente mala en la ciudad, pero llegar a esto siendo un estudiante...

-¿Por qué no has dicho nada entonces?

-Porque no tengo pruebas, pero créeme, no te tengo miedo, te estaré vigilando a partir de ahora.

No podrás volver a dormir por el miedo a ser descubierto como el asesino que eres -

-..... ¿Qué? -todo se tornó confuso.

-No trates de ocultarlo ahora, ya lo admitiste.

-¿Crees que ese es mi secreto? -ahora era yo el que no entendía.

-Te vi llevarte a una pelirroja al bosque y regresar cubierto de sangre. No puedes negar que la asesinaste.

-¡Era sangre mía y de un jabalí!

-Mentiras.

-¿Sabes qué? No tengo tiempo para esto -traté de avanzar, pero me cortó el paso.

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