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Más vergüenza que la que estabas experimentando en este momento no habías vivido. No importara lo <<desvergonzada>> que fueras, si, hablabas con un sinfín de mentecateces. Incluso tus amigas decían que las mencionabas hasta por los codos y que les sorprendía que nunca le mencionaras en tus cartas un <<adjetivo grosero>> a Shoto.

Y ahora, toda esa mordacidad desapareció. Dejándote más indefensa que un conejito.

Seguramente todos te identificaban como una de las meseras de la cafetería de ayer, y otros ni te reconocían o nunca te vieron. Aun así lograbas sentir las miradas de todos dirigidas solamente a ti. De sobra conocías que el destino te odiaba; hoy un día ''especial'' tenía que suceder que olvidaras poner alarma, difícilmente pasaste un peine en tu cabello, y por si fuera poco no desayunaste y en cualquier momento podía rugir tu estomago pidiéndote algo con que llenarlo.

─Ella es _____ Harada, este mes será nuestra supervisora ─explico el profesor, quien estaba de pie a tu derecha─. Asegúrense de tratarla como una autoridad. Puede que algunos la conozcan, o solo la ubican por ser alumna de 1-A...

Tu cuerpo se atiesó.

─ ¿Pasa algo, _____-chan? ─preguntó y tu negaste rápidamente─ Puedes sentarte en mi escritorio.

Hiciste tal y como él te ordeno. Colocaste tu mochila en el suelo, sacaste un cuaderno en que harías notas de cada estudiante y del profesor.


Las clases pasaban de una manera peculiar, ordinaria. Con unas cuantas miradas que te dedicaban, eran de reojo. Tal fue el caso de Kaminari Denki a quien sorprendiste mirándote fijamente, y velozmente aparto su mirada de ti cuando las de ambos se atravesaron.

Te pareció agradable.

Otros casos no lo fueron, como el de Momo Yaoyorozu. Te miraba de pies a cabeza, con desprecio y asco.

''Maldita niña mimada'' insinuaste de ella. Claro que también la mirabas retadoramente, semejante a tener una pelea con miradas. _____ sabía que en un combate cuerpo a cuerpo ya le habría atravesado su kagune.

Y termino con tu paciencia cuando en descuido del profesor por voltearse, leíste de los labios de la azabache: ''Todoroki-kun... acércate por favor'' él, creyendo que su novia le susurraría algo, aproximo su mejilla a la boca de ella. Pero las intenciones de Momo no era el de charlar con Shoto. Tomo su rostro y mirándote directamente a los ojos le dio un largo beso en su mejilla.

Listo, con eso todos escucharían el sonido de tu corazón romperse.

Esperaste que el siguiente acto del bicolor fuera una sonrisa, o un sonrojo. Para buena suerte tuya no fue así, sino todo lo contrario; se limpió el beso con una de sus manos y mantenía una expresión molesta. ''No vuelvas a hacer esto'' escuchaste la voz de Todoroki a la distancia, haciendo que su supuesta novia se bajara la cabeza por... tal vez vergüenza, o temor, quizás tristeza. En ese momento no sabías que sentimientos rodeaban a Momo Yayorozu, solamente estabas consiente que ganaste una enemiga.

De la nada hiciste una expresión de sorpresa y felicidad combinada.

<<¡En tu maldita cara, perra!>> expusiste mentalmente de la alumna número 20.




Apenas sonó el timbre para receso agarraste el dinero de tu almuerzo y saliste corriendo del aula. La comida de la cafetería escolar no era la mejor, pero al menos era comestible. Cogiste un plato grande de ramen mal hecho y te fuiste corriendo del comedor dirigiéndote al enorme jardín de la academia. Preferías llamarlo igual que un bosque por sus enormes y frondosos árboles en los que en múltiples ocasiones alcanzabas a ver una ardilla o un pájaro.

➳ CHOCOLATE➳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora