Poniendo un sociopata en mi vida.

Capítulo 16: La Granja de Abbey.

-Cat, Cat, Cat, despierta vamos. Me despertó Sherlock.

-¿Uhm? ¿Qué pasa? ¿Arthur está bien?

-Sí, vamos arriba, la partida ha vuelto a empezar.

-No me jodas que me has despertado para jugar a la consola.

-No, dios no me acordaba que tu cerebro tarda en despertarse- suspiro y me puso mi ropa al lado –vístete rápido que estaré esperando. Tras él salir de la habitación mire mi Smartphone y eran las 4:38 de la mañana.

Suspire a la vez que cogí la ropa y me cambie para ir con él en coche no sin antes pedirle a la señora Hudson que cuidara del pequeño en nuestra ausencia.

-Hemos cogido el tren por los pelos, pero ¿A dónde me llevas?

-Nos han enviado un mensaje para que vayamos a la Granja Abbey, lo mando el inspector Stanley Hopkins, hoy a las 3:58 de la mañana, según él este caso será muy sonado de los que nosotros solemos encargarnos y exceptuando lo que parece la desaparición de la mujer toda la escena del crimen no se ha movido nada, que nos demos prisa para ver el cadáver del señor Eustace Brackenstall.

-Recuerdo a Hopkins, en el pasado nos ha escrito varias veces y siempre han sido casos muy justificados.

-Pero esos nunca los pusiste en la página.

-No siempre pondré todos nuestros casos ya que la mayoría aparte de ser cortos no tienen suficiente chicha literaria.

-Solo escoges los que más crees acordado al público.

-Solo es cuestión de saber lo que le gusta a nuestro público.

-Lo que no puedes evitar es la pobre manera de narrarlo.

-¿Qué quieres decir con eso?

-Pues siempre te centras en poner una narrativa como si fuera una novela de esas que el bueno siempre gana de vez de una narrativa científica que es lo que de verdad como lo resuelvo.

-Ju, no tengo ganas de aburrirles.

-Eso sí ¿Por qué tuviste que poner también que soy muy apasionado?

-Es que lo eres, un hombre apasionado, pero si no te gusta podrías tu escribir el siguiente post mientras yo salgo al cine con nuestro retoño.

-Yo solo escribiré cuando tenga que escribir mis memorias, además quiero pasar tiempo con nuestro hijo, pero eso lo haré cuando resolvamos este crimen.

-El de Eustace Brackenstall, pero en el mensaje no pone que sea él ¿Cómo lo supiste que era él?

-Por el escudo de arma.

-¿Sabías que ayer el señor Brackenstall había salido ayer en el periódico?

-¿Qué decía?

-Que era uno de los hombres más ricos de Inglaterra.

-Me encanta que estés al día.

-Pero ahora está muerto.

-Sí y por asesinato, Hopkins aunque intente parecer sereno en su mensaje, su rapidez de la escritura le ha hecho que se comieran alguna letras, eso es porque está nervioso por algo.

-Eso te hizo llegar a la conclusión del asesinato.

-Eso y que nos llamaran.

-La urgencia en que nos llamarón más bien, espero que por las prisas no hayan movido el cuerpo.

-Solo iremos para demostrar que los Brackenstall se han quedado sin desentiendes.

Después del tren fuimos en coche hacia la granja, que no parecía la típica ya que la casa parecía más una mansión en medio de un gran jardín.