Desde niños había corrido, observando su espalda alejarse cada día más a paso firme y constante. Desde el instituto Midoriya corría para alcanzar al explosivo a pesar de las tormentas, golpes, insultos y burlas de Bakugo, continúo a su lado. Continúo admirando al rubio ceniza aún después de haber heredado el más grande kosei de la historia por parte de su ídolo.
Por otra parte Bakugo debía correr detrás de él desde niños no para alcanzarlo, si no para evitar que se fuera de su lado. A él le daba igual que no tuviese un kosei, es más le importaba una reverenda mierda. Lo único que le fastidiaba era su destructivo deseo de ser un héroe sin poseer ningún kosei, era inconcebible. Era estúpido y suicida tener esa idea.
Le disgustaba en gran medida las lágrimas de Izuku, amaba sus ojos brillantes al verlo emocionarse por cosas totalmente estúpidas según su criterio. Sin embargo cuando obtuvo su don, se volvió más irritante para el rubio tener que seguirlo, tener que estar en su sombra.
Porque le disgustaba saber que no era Midoriya quien estaba detrás de él, sino que era al revés.
Los amigos de la infancia pasaron a ser novios en su tercer año de preparatoria, pero las discusiones, los turnos largos, el orgullo de Bakugo y los celos hicieron pedazos a esa relación dejándolo a la deriva.
Le aconsejo, le hablo, le sonrió, le beso, hizo tantas cosas que no estaba seguro de que si ahora se arrepentía de todas. Fue la primera vez de su vida, la primera vez nunca sería ni será algo fácil de olvidar.
Bakugo nunca se arrepintió de ninguno de sus primeras veces.
Pero para ambos nunca fue suficiente, hubo muchas piedras en el camino que no superaron si no que arrastraron desde el inicio. Tal vez porque eran aún muy jóvenes para mantener una relación sana, tal vez simplemente no estaban hechos el uno para el otro.
Las discusiones brotaban en abundancia, Bakugo tenía problemas con su familia al igual que Izuku se enfrentaba al regreso de su padre de poco después de la muerte de su mentor. Esos problemas perjudicaría a su desempeño como profesionales.
Y ahí estaban discutiendo una vez más en el pasillo de la agencia del rubio, el de ojos carmín le culpaba de su reciente adicción al alcohol y de la última misión que salió terriblemente mal.
— Si fue mi culpa la flecha que te rozo. — admitió Deku recibiendo a cambio un grito "¡Sí, es tuya!" — ¿Y también es mi culpa que casi te despidan? ¿De tus problemas familiares?
Bakugo se quedó callado apretando los dientes dándole la espalda a Midoriya, se tragó el coraje por milisegundos abriendo la boca.
— Tú sabes nada Deku. Ni una puta mierda.
— ¡Tu no eres el único que tiene problemas en su vida! ¡No tienes idea de lo que pasa con mi familia ahora mismo! ¡Por que todo se trata de tí! — pausó señalándose a sí mismo. — Pero sigo aquí tratando de resolverlos, cumplir mi trabajo de héroe y tú te quedas ahí, culpando a todos por tus fallos.
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I'm Done | KatsuDeku
Fanfiction[ O N E - S H O R T ] ❝ Ya acabé. Dejé de preocuparme, deje de cargar con la culpa. Te he amado por la mitad de mi vida, pero ya no voy a correr detrás de ti.❞ [✓] Créditos a cada respectivo autor. [✓] Anime de Hokei Horikoshi. [✓] No plagios, adapt...