Capítulo 50: Padre e hijo

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La boda de Daren y Stefan tendría lugar en el Parque Saint James.  La Reina había concedido un permiso especial al respecto debido a que se mezclarían elementos de ambas culturas.

Para eso faltaban tres horas y Victoria estaba presidiendo el funeral por las víctimas en Westminster.  Deseaba dormir. Le dolía la cabeza.

En esos momentos Stefan era bañado, perfumado y afeitado de cuerpo entero por unos especialistas.  Todos habían llegado en el barco y estaban dejando un olor hermoso y exótico en su piel.



-No estamos invitados a la boda.  Eso nos permitirá poder estar en la cama todo el día... yo también echo de menos hacer el amor como antes de Bianca...

-William, ayer nos llegó una invitación.  Isaac y Declan se casan en la capilla de Saint Michael en una semana.  Vas a tener un nieto y no conoces a tu hijo.

-Prefería el plan de hacer el amor.

-¿Por qué tienes miedo?

-Le abandoné.  Debe odiarme.

-Fue culpa de Elizabeth -Clive se levantó y entró en el cuarto de baño.  Usó la palangana para limpiar sus partes íntimas -ve a ver a Isaac.  Habla con él.  Deja de esconderte.

-Dios mío, mi marido, el auténtico, ha vuelto.

-Luego tendremos toda la noche para nosotros.  Harry tiene un libro muy interesante que me ha enseñado muchos trucos.





Isaac seguía viviendo en casa de los Malik.  Habían logrado licencias y permisos.  Querían casarse rápido antes de que su embarazo fuese evidente.

Ese bebé apenas tenía unas semanas e Isaac ya sentía su modo paternal aullar protector.

-Tiene usted una visita.

-Qué pase.

Esperaba los brazos fuertes de Declan rodeándolo pero obtuvo una tos tímida.

-Hola, hijo.

-Señor Tomlinson... William.

-¿No puedes llamarme padre?

-Me resulta muy difícil -Isaac se sentó sobre la cama -vayamos al salón pequeño y pidamos té.

-¿Es por tu madre?  Viviste bajo su cuidado y...

-Me abandonó al nacer y me enseñaron a ser criado.  El problema es que toda mi vida he odiado a mi padre.  Tanto como a mi madre.  Mi padre era una figura despreciable, un criado o un borracho que no había querido saber nada de mi.  Y ahora llegas y tengo que asimilar que eres un noble de alto rango y que el único problema era que no sabías que yo existía.  Estoy viviendo un cambio absoluto de vida y además mi cuerpo está raro por el bebé.  Llamarte papá, o padre, es extraño.  Eres tan distinto a lo que yo imaginé que era mi padre que no logro verte de ese modo y necesito tiempo.

William se removió nervioso.

-Declan me secuestró.  Literalmente.  Son cosas suyas con Zayn pero me ha devuelto una vida que no sabía que no estaba viviendo.

-Estás marcado, vas a casarte, estás embarazado.

Por el cerebro de William pasaron todas las risas y los besos que le daba a Bianca.

-Sabes... tu hermana no tiene la culpa. 

-Iré a verla más a menudo, y a tu esposo.

-No quiero palabras.  Quiero ser tu padre.  Aún estamos a tiempo de formar una familia.  Extraña pero real.

Isaac disimuló una náusea.

-¿Te sientes bien?

-No, es por el bebé.  Y estoy nervioso.  Quiero acostarme.

-Venid mañana a cenar.

-Lo pensaré.

William salió a la calle con una sensación extraña.  Tratar de arreglar todo no era tan fácil como desearía.

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