Felicidad

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Solitaria, fría e incolora era su vida, cada día o cada noche ,de hecho no podía distinguir bien, daba igual, la pequeña fractura en su pecho no se notaba pero dolía como si no fuera real, desde que recuerda se encontraba en ese inmenso vacío emocional, el cual parecía no tener un final.

¿Era feliz? Tal vez lo era, tal vez no.

¿Cómo podía saber eso? Tal vez nunca lo averigüe. 

¿Acaso sufría? No parecía, tenía todo lo que necesitaba, estudios, su música, sus amigos y familia, pero aun así sentía que le faltaba algo. 

¿Qué era eso que le faltaba? ¿Dinero? no era eso, no necesitaba mucho ¿Fama? No, ya estaba empezando a pegar en las redes sociales, y bastante ¿Amor? tal vez era eso, amor...

¿Sabia lo que era el amor? Eso pensaba, hasta que lo conoció a él. 

Aristóteles no lo sabía en ese entonces pero acababa de conocer al amor de su vida, Cuahtemoc López 

Aristóteles no lo sabía pero acaba de conocer a la persona que le daría las respuestas a todas sus dudas 

Pero en cambio "Temo", Cuahtemoc  López tenía otras preguntas en su cabeza 

¿Por qué si todo iba tan bien con Diego en Toluca tenía que irse a vivir a Oaxaca?

¿Por qué no podía encontrar la valentía para decirle a su Papá que era gay?

¿Por qué parecía que tenia que vivir toda su vida ocultándose?

Pero personalmente mi pregunta favorita es...

¿Quién era ese chico que estaba en frente de su puerta con un pastel?

PoV Temo

Me encontraba pensando en lo que me estaba pasando, no es fácil tener que dejar toda tu vida atrás, cuando tocaron a la puerta, eso me extraño un poco ya que no esperábamos visitas, al abrir me encontré con un chico que estaba a espaldas con algo entre manos

-Ah, Hola- sonreí de lado al saber que al menos había un chico de mi edad por aquí

El chico se limpio la boca como si hubiera terminado de comer o probar algo

-Hola, ¿Qué onda?, este... mí tía Blanca me pidió que les trajera este pastel- dijo el chico con cabellos rizados 

Yo me quede unos segundos viéndolo, tenía la piel bastante limpia, apuesto a que es muy suave,  sus cabellos rizados captaron bastante mi atención, podría pasarme horas jugando con su cabello, pero en lo que realmente m perdí fue en su mirada, tenía unos ojos castaños, aunque sean de los más comunes a mi me parecen que son de lo más hermoso.

-¿hola?-De seguro me quede viendo como bobo porque que dijo fue para captar mi atención-hola-

-ah, si perdón, se me fue la onda ¿qué paso?- dije mientras recuperaba mí compostura

- si,si,si, me di cuenta- El chico volteo a ver el pastel- este.. te decía mi tía quería invitarles a comer para darles la bienvenida y todo el rollo - dice mientras se mueve un poco con el pastel en sus manos, ojalá y no lo tire por andar menseando - entonces me  pidió que les trajera esto-

Extendí mis manos para recibir el pastel pero aun andaba medio distraído así que cuando me lo paso, se me cayo... 

BIEN HECHO CUAHTEMOC, LO PRIMERO QUE DICES QUE NO HAGA EL WEY ESE Y LO PRIMERO QUE HACES 

La verdad es que en toda la confusión apareció una señora que en cuanto vio el pastel empece a regañar a "Aristóteles" ¿me deben estar choreando verdad? ¿Así como el filósofo griego?

En eso sale también mi Papancho para ver que era todo este desastre que se armaba frente a la puerta, mi papá y la señora Blanca, me parece que ese era su nombre, intercambiaron unas palabras sobre el pastel, lamentándose que se cayera.

Al final el dichoso Aristóteles dijo que podía ir por la panadería por unas donas, yo obvio por tirar el pastel me ofrecí a acompañarlo, además no tenía mucho más que hacer.

Después de ir a la panadería por las donas y de comer con los Córcega nos dirigimos al parque junto a las Calcomanías y está chica, creo que es su prima, Frida. 

Veniamos platicando  Aris y yo sobre basquetbol y el equipo de su escuela cuando nos interrumpió Frida. 

-deportes, deportes, puuuuros deportes, típico de los hombres- dijo Frida mientras puso una mano en su cadera y con la otra iba a agarrando su paleta.

El tema cambio a lo que Papancho quería que evitáramos decir así que saque a las calcomanías del aprieto en el que nos habían puesto diciendo que si mejor íbamos a las canchas para jugar una reta.

Llegamos a las canchas y empezamos a jugar, debo de decir que Aristóteles jugaba bastante bien pero yo me canse bastante rápido así que me fui a sentar en una banca cercana para descansarme un poco.

En eso llega una chica de cabello castaño y largo, ojos verdes y de buena complexión, con unos papeles en su mano, ella se quedo parada frente a mi mientras me miraba fijamente.

-Hola, ¿puedo ayudarte en algo?- le dije intentando no ser muy descortés 

-Oh, si-hablo la chica por primera vez-quería saber si quieres venir al baile que estamos organizando aquí en el vecindario, tienes que venir toda la gente cool vendrá-

Dicho eso me extendió una hoja la cual yo tome

-Gracias por la invitación, pero no se si pueda ir-

-Si no te preocupes, aun falta mucho tiempo para eso, pero andamos entregando invitaciones de una vez para que se vayan uniendo más chavos-

-En ese caso ahí estaré-

-asombroso- la chica se fue dicho eso con una sonrisa muy grande en la cara mientras daba unos pequeños brincos 

eso fue bastante inusual

En eso se acerca Aristóteles 

-¿que te dijo?- en un tono molesto

¿por qué estaría molesto?

-Nada, solo me invito a esta fiesta- dije mientras le mostraba el papel de color naranja en donde venia los detalles de la fiesta

-¿Piensas ir?, digo está super padre que vayas pero no conoces a nadie todavía y no puedes ir solo-

-Tienes razón ¿vendrías conmigo al baile?-

PoV Narrador

Y un fugaz sonrojo torno las mejillas de ambos chicos de color rojo 

¿Qué es la felicidad? 

¿Qué es el amor?

¿Qué es lo que hacemos en la vida?

¿Qué son esos sentimientos que se empiezan a desarrollar?

Solo hay una manera de saberlo y esa es vivirlo o en su caso, leerlo

Desgraciadamente para vivir la felicidad también tienes que vivir la pena, el dolor, el rechazo pero al final siempre saldrá bien.

Esperemos que esta historia pueda obtener su final feliz...


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