𝐑𝐔𝐍
❝ tienes una sonrisa preciosa ❞
❝ y tú tienes unos ojos preciosos.
son los ojos más azules que
he visto en mi vida ❞
Una noche. Una sola noche es todo lo que hace falta para cambiar tu vida y la de tus amigos drásticamente.
Una noche y...
【Los hermanos sean unidos, porque esa es la ley primera. Tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos pelean, los devoran los de afuera (José Hernandez)】
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EN DONDE SCOTT PAGA LAS CONSECUENCIAS
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SCOTT ENTRÓ EN clases y visualizó a sus dos mejores amigos hablar, parecían más bien tener una discusión, pero en cuento sus miradas se posaron en él, ambos dejaron de hablar y se sentaron correctamente en sus asientos. Stiles se dejo caer en la silla y Halley miró por la ventana.
«Estupendo. Tal vez los ciento cuarenta y cuatro mensajes y las noventa y ocho llamadas perdidas eran importantes después de todo».
Scott caminó hasta situarse tras Stiles y al lado de Halley, ambos ignorándolo.
—Seguís sin querer hablarme—el silencio a continuación confirmo lo que había dicho—. Por lo menos decidme como está vuestro padre. Si solo han sido golpes. Si es un moratón. Nada grave... Sabéis que me siento fatal por ello, ¿verdad?
Halley comenzó a sentir lástima por Scott pero continuó sin mirarlo. Ayer les había causado un gran estrés a Stiles y a ella. No solo le hicieron el trabajo sucio sino que además él no ayudó en nada y los preocupó en vano. Y cuando su padre llegó a casa les contó el altercado en el instituto y ellos supieron que Scott estaba allí y podía haberlo evitado con sus poderes de hombre lobo.
Sí, continuaría sin hablarle un rato más.
—Vale, ¿y si os digo que he ido a pedirle ayuda a Derek?
Halley giró su cabeza hacía Scott sorprendida, pero volvió a mirar hacia la ventana al darse cuenta.
«A pesar de que Derek ya no me da tanto miedo como antes y podría decirse que comienzo a tolerarlo, no creo que sea bueno pedirle ayuda».
—Quiero acabar con todo esto—se excusó.
—Si te hablara te diría que eres un idiota por confiar en él—suspiró Stiles y habló finalmente.
Scott se mostró sorprendido pero luego sonrió.
—¡Stiles!—exclamó Halley indignada. Se supone que no iban a hablarle para darle una lección.
—Ya, pero como no te hablo...—intentó remediarlo.
Scott miró a Halley a los ojos y, la mirada que le dio, hizo a Halley estremecerse.
