Me subo al carro de Mathias a las 14hrs. Sé que el partido que jugará es a las 16hrs, pero el trayecto dura media hora y además, él debe practicar y calentar con su equipo una hora antes.
—¿Ansioso? —pregunto y este asiente con la vista en la carretera.
—Es mi primer partido del año, y muchos de los jugadores de último año que ya se graduaron, no están. Espero que todo salga bien.
—Yo sé que sí. Tú como capitán sabrás poner todo en orden para que anoten muchas veces —lo animo al ver su nerviosismo y poca fe— ¿¡Que equipo!?
—¿Lince? —dice en duda antes de soltar una carcajada contagiosa.
Llegamos y mi mejor amigo aparca en estacionamiento del instituto rival. Nos bajamos y caminamos por los pasillos hasta salir en un camarín que luego daba a la cancha de fútbol.
—Nos vemos. Suerte —El ingresa al camarín y yo me voy a sentar a las gradas que estaban vacías. Apenas había unas diez personas en todas estas, sumando las partes de ambos equipos. Me siento en primera fila.
Luego de un rato, la gente comienza a llegar y con ellos Kira, quien se sienta a mi lado con una playera azul como la mía. Amamos ver a nuestros amigos jugar. Lo hacemos desde que Mathias se inscribió hace 6 años y luego Sebas hace 2. Y ahora, también Tyler.
Los jugadores salen del camarín y el público aplaude con emoción. Primero sale el equipo amarillo, donde los hinchas de las gradas del frente se vuelven locos gritando, seguidos del equipo azul, donde yo al igual que las personas de mi lado y detrás mío comienzan a gritar también.
Primero veo a Mathias y su camiseta número 9, seguido de Sebastian con el número 17 y entre otros jugadores de la fila, aparece Tyler con el 25.
Tomo el brazo de Kira y miro la hora en su reloj de muñeca. 16hrs en punto. Suena el silbato y los jugadores que, anteriormente se habían posicionado, comienzan a pasarse el balón hasta comenzar con la tensión del juego.
Luego de 78 minutos de histeria pura, el marcador indica 2-3, ganando el equipo amarillo. Siento algo de lástima por Tyler por perder su primer partido.
—Hey, cambia la cara —me anima Kira— Todavía quedan 12 minutos, más el agregado —asiento y con máxima concentración, vuelvo la vista a la cancha.
La pelota corre por todo el espacio, Tyler le da un perfecto pase al número 2, luego de dar una impresionante carrera entre los amarillos y este se la entrega a Mathias para que meta el gol. Algunos de los rivales lo encierran y este tira el balón hacia atrás, para evitar perderlo.
Se lo devuelve al 2 para correr a un mejor ángulo y es cuando este se lo devuelve y un chico de camiseta amarilla empuja y hace una zancadilla a Mathias para que caiga y le entregue el balón.
—¡Eh!— grito y escucho como otros hinchas de las gradas hacen lo mismo.
No soy experta en fútbol, pero sé que si cometen una falta en aquella área es penal.
El árbitro toca el silbato indicando falta, luego de alegatos por parte de los amarillo, indica penal para nuestro instituto. Todos aplauden contentos.
El arquero se posiciona y colocan el balón en el punto blanco. Mathias pateará. Toda la cancha queda en completo silencio cuando este se posiciona detrás para patearlo.
—¡GOOOOL! —Suelto y doy un tremendo brinco antes de comenzar a gritar.
Todos saltan y aplauden felices del empate. Quedan 4 minutos, agregaran 2.
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Tu secreto descubierto [#TSD1]
WerewolfEmily, una joven alegre, curiosa y extrovertida. Tyler, un chico timido, con una forma de ser bastante misteriosa. Ella no se dará por vencida hasta saber el secreto que provoca que el chico sea de esa forma. Y de paso, intentará hacer cambiar esa...