EL PRIMER DÍA

28 8 0
                                    

Soy Jimin, tengo 19 años.

Mi vida no es fácil, mis padres fallecieron en extrañas circunstancias cuando tenía 14 años, dijeron que se habían envenenado pero yo nunca lo creí, después de eso intente sobrevivir pero me fue imposible, dejé de asistir a clases, nadie noto mi ausencia,... en los colegios siempre hay uno que pasa desapercibido, que se sienta en una esquina y no habla a nadie, ni nadie lo habla, ese era yo.

El Banco me quito la casa de mis padres, donde pase mi infancia,....mi todo, me dejaron sin nada, no me llevé de ellos nada, todo se quedó en la casa, dijeron que ni eso cubría todas sus deudas como era aún menor de edad no podía defenderme.

No me quedaba de otra, termine vagando en las calles, no tenía nada ni a nadie, sólo era yo y yo, todos me rechazaban, algunos por mi vestimenta andrajosa y la mayoria por ser.....gay, homosexual, como deseen llamarlo, yo me preguntaba ¿Soy tan notorio? o ¿Será por mi pelo de color rosa?, mis padres si me entendieron cuando se enteraron, y me apoyaron, ellos eran las personas más buenas de este mundo, como para que los mataran, por que yo no me creo el suicidio.

Sobreviví en las calles, comiendo lo que encontraba o lo que me arrojaban por pena y lastima, dormía en algún lugar oculto, me escabullia por algún rincón debajo del puente, cerca del contenedor o cualquier lugar que veía más seguro, por que no siempre lo era, muchas veces los desconocidos o borrachos que pasaban me robaban, absurdo ya que no tenía nada, me golpearon por placer y hasta.....abusaron de mí, pero no tocare ese tema por que no es agradable hablar de eso.

Ahora tengo 19 años, estoy mal, creo que tengo anemia, no lo sé, pero a nadie le importa, estuve tirado debajo del puente todo el día, pensando en morir, por que habría de vivir, no tengo nada ni a nadie, muchas veces he pensado en esto pero soy muy cobarde como para quitarme la vida, hoy decidí hacerlo, pero estoy demasiado débil que no pudo ni moverme.

Dormí unas horas para luego cumplir con mi plan, pero fue interrumpido cuando me despertaron, abrí los ojos y vi a tes personas paradas frente a mí, una mujer y dos hombres, todos vestidos de blanco, por un momento creí ya estaba muerto, y ellos eran Ángeles, pero eso sería demasiado bueno como para ser real, así que descarte la idea.

Me preguntaron mi nombre, lo dije en un hilo de voz, no tenía fuerzas, y como sospechaba no me escucharon, repetí un poco más fuerte haciendo un gran esfuerzo, mi garganta estaba seca, hace días que no tomaba nada, luego de eso preguntaron, mi edad, cuando tiempo llevaba en la calle, si conocía a alguien, o tenía algún familiar, y muchas preguntas más, intente seguir el ritmo de las preguntas pero mientras respondía una otro ya me preguntaba otra, al final lo único que entendí fue...

«ven con nosotros, te vamos a ayudar»

Terminando de decir eso, entre los dos hombres me levantaron y me subieron en una camioneta que estaba estacionada cerca, yo solo me deje llevar, no tenía fuerzas para defenderme, además ¿que podía ser peor que quedarme y morir en la calle?

Creo que nada.

La camioneta se estaciono después de casi media hora de recorrido, no me fijé por donde me llevaron.

Me bajaron, había una puerta muy grande con rejas, y por lo que pude ver, mucha seguridad

Entramos, era increíble nunca me había imaginado estar en este lugar era tan blanco todo, tan limpio, me condujeron por uno de los muchos edificios que había ahí dentro tenía el nombre pabellón c entramos y llegamos a otra pequeña puerta, era un ascensor, que nos llevó al piso 7, cuando se abrió vi muchas personas, se movían de un lado a otro, me dirigieron a una cuarto en la que esperaba un hombre, me miro de pies a cabeza, les hizo algunas señas a los hombres que me llevaban y me soltaron, saliendo de la oficina, después entraron dos señoritas, el hombre les dijo —primero limpienlo y luego llevenlo a almorzar— antes de salir del cuarto, las muchachas asintieron y me llevaron a un baño ahí adentro, me bañaron, y asearon todo, quedé irreconocible, me vistieron, terminaron y me llevaron a un comedor en el que me dieron una comida que nunca había probado, me termine todo y aún tenía hambre, ¿Hace cuando no comía algo tan delicioso?, no recuerdo, pero me dijeron que no podía comer en exceso por que me haría mal.

Me regresaron al mismo cuarto, dijeron que descanse, que mañana ya hablarían por que ahora necesitaba descansar y recuperar energías.

Y ahora estoy aquí  en un lugar que no conozco, en una habitación, en una cama, ohh es tan cómoda estoy echado escribiendo, el cuarto no es tan grande, hay una cama, un ropero, un escritorio, y claro el baño, no nos olvidemos.

Bueno eso es todo de hoy, hasta mañana querido diario.

Jimin

TSD

MUÑECO DE PRUEBASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora