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-Eun-Yeong, me alegra verte de nuevo, ha pasado mucho tiempo, creí que no volverías - me dijo el encargado de una librería en Corea, parecía verse feliz al verme, de cierta forma sentí que sus palabras fueron sinceras. Lo mire fijamente para tratar de recordarlo, pero no pude de hecho creí que esta era la primera vez en este lugar.

- Disculpa... -suspire - no te recuerdo - confesé en tono triste. Me frustraba que ese tipo de cosas me pasaran.

Mi nombre es Eun-Yeong, tengo 20 años. Es de lo único que estoy segura hasta estos momentos. Perdí la memoria hace nueve meses, cuando desperté por haber estado en coma siete meses. Por lo que me comentaron mis padres, yo venía de regreso de una fiesta con amigos de la universidad, decidí conducir aunque estaba bajo efectos de alcohol y esto fue lo que provoco que chocara contra otro automóvil, lo que provoco un accidente bastante grande. Me golpee la cabeza bastante fuerte lo que me provoco una pequeña fractura en el cráneo, por ende quede inconsciente durante ese tiempo, cuando desperté había perdido la memoria y esto me obligo a empezar mi vida desde cero.

Ahora he tratado de regresar a lo que antes fue mi vida. Varias de mis amigas me ayudan a recordar cosas, pero para ser sincera me siento incómoda estando con ellas. Mi novio me parece molesto como si estuviese conmigo por alguna obligación, la mayoría de las veces estar con las chicas me desagrada, no me gusta salir a discotecas ni a sus fiestas llenas de gente hipócrita, siento que quieren que sea algo que no soy y que nunca fui.

Hoy decidí ir a la biblioteca a escondidas de mi familia, la había visto varias veces antes y mis ganas de entrar fueron creciendo, se lo comenté a mis padres en una cena pero ellos sobre reaccionaron me dijeron que yo siempre había pensado que los libros no servían para nada y que las cosas como literatura eran basura, además me prohibieron ir, lo cual fue demasiado exagerado y raro.

- Hola soy Yugyeom, Kim Yugyeom - seguía sonriéndome tan amable, como si pensara que estaba bromeando - Yugy... Cajero... ¿aquí?... ¿no? - negué con la cabeza y mi expresión era triste - mierda... Entonces lo que dicen es cierto - su expresión se volvió preocupada - ¿entonces no recuerdas nada?

- No... Sinceramente no recuerdo haber estado aquí antes - deje el libro que sostenía y preste atención al chico.

- ¿nada de nada? ¿Ni si quiera unos pequeños ojos rasgados, intimidantes o tal vez una libreta de cuero café? - eleve mis cejas tras su pregunta, pues con los detalles me parecía bastante extraño.

- No, lo siento.

- Bueno - desvió la mirada y dio un gran suspiro - creó que lo mejor será que te deje sola Eun, fue un gusto verte de nuevo, disfruta tu lectura - dijo rápidamente y se fue, él se veía preocupado y extrañado como si el supiese de mí.

Como si hubiese sido mi amigo desde hace tiempo.

Lo seguí con la mirada hasta que desapareció entre los enormes estantes de la biblioteca. Volví a pensarlo y trate de analizar la situación pues era aún más extraño puesto que mis padres me habían dicho que no viniera aquí, tal vez no querían que me encontrará con ese chico.

Suspire e intente olvidarme de eso, mire de nuevo en los estantes para buscar un libro y encontré una historia de una asesina en serie " Mónica Limar" fue lo primero que llamo mi atención.

Camine a la zona de lectura, en donde había sofás para sentarse a leer. En esta sección reinaba el silencio, era muy tranquilo y acogedor.

Me senté y comencé a leer, este trataba de como una prostituta había terminado como de las asesinas seriales más importantes de la historia, su vida había sido muy trágica y triste desde los abusos de su padre hasta la falta de dinero para comer.

No Me Olvides (JaeBum) OneShotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora