Prólogo

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Sigo sin comprender de cómo pudimos llegar a este punto de tú pasas al otro lado y yo aquí, viendo como entierran tu cuerpo.

¿Cómo una persona puede irse sin despedirse?

Pero ahora, ya es tarde.

En este preciso momento, esa breve palabra retumba en mi cabeza, ¿qué será realmente el significado de tarde?, ¿no llegar a tiempo?, ¿eso significará?

Porque cuando comenzamos a pensar puede llegar a tener cantidades de significados.

En esta situación, ¿llegué tarde o era el destino?, ¿yo podría haber cambiado las cosas?

Todo comenzó con una llamada.

Eran alrededor de las 15:17 cuando me encontraba leyendo Carta de amor a los muertos, mientras escuchaba un poco de música, mi móvil en silencio, para que nada de allí interrumpiera el pequeño descanso que hacia de la vida y estar enfocado solamente en el libro.

Luego de llegar casi al final, bajé el volumen y los disturbios de afuera me desconcertaron.

Cerré el libro, miré por la ventanilla que da a la calle, vi ambulancias y policías justo en la cuadra en donde vivías. Decido agarrar mi teléfono para llamarte y preguntarte que había pasado.

Pero algo me desconcertó, las llamadas perdidas de tu madre, porque era extraño que me haya llamado, tal vez me iba a preguntar si estabas conmigo o no se... Y justo a tiempo volvió a llamar pero con la diferencia que esta vez atendí.

Bajando por las escaleras para así salir afuera, antes de poder hablar, ella ya me había sacado las palabras.

Con el griterío por detrás no podía escuchar nada, sin embargo cuando lo ví, comprendí todo.

Sólo pude pensar “corré Julián”. Fui hasta allí, pero ya era tarde.

Y ahí es donde entra esa palabra, aunque con el significado que todos conocen.

Los vecinos alrededor y tu mamá Carmen llorando sin cesár subiendo a la ambulancia.

Sin poder entender algo, me quedé con el único recurso de preguntarle a alguien que era todo esto.

"Star se está muriendo", contestaron.

Cuando escuché tu nombre en esa parte sentí que me desvanecía.

Corrí rápidamente a mi casa y busqué el auto de mi padre. Conduciendo hasta el hospital no podía dejar de preguntarme que te había sucedido, como una luz iba a dejar de iluminar tan rápido.

Llegando al destino le pregunté a la enfermera por Star Blosson. Me dijo que me tranquilizara, debido a que habías sufrido un accidente no intencional, pero eso ya lo sabía, me habían comentado anteriormente.

Mi corazón cada vez se comenzó acelerar aún más, le repetí nuevamente para que me lleve en la sala donde te encontrabas. Y justo vi a tu madre mirando por aquella puerta, supe que te encontrabas en esa parte.

Caminado lentamente viendo los costados del hospital, sale del umbral un médico, en defecto no con buenas noticias.

Una muerte puede sacar lo peor de ti mismo, y así fue con tu madre. Antes de que dijera algo inadecuado, sólo la abracé. Era lo único que podía hacer, ya no había vuelta atrás a nada. No podíamos volver justo a ese momento para detener cualquier cosa que lo hubiera provocado.

En ese momento entre en shock. Una parte de mi se derrumbó y peor aún con lo que me dijo: “Se fue, y no volverá.”

Simples Palabras (#1 Trilogía)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora