2
Ahora prefiero estar despierta antes que estar vacía.
A la mañana siguiente desperté componente sola, envuelta en las sabanas y con borrosas imágenes de lo que sucedió la noche pasada. Me prohíbo pensar en ello, me prohíbo tratar de descifrar lo que fue, solo me pongo de pie y voy al baño para ducharme, al salir me pongo bargas de encaje negro y una playera larga de Jack Daniels.
No me preocupo por nada mas, la cama ya esta ordenada, las puertas de balcón abiertas dejando entrar la cálida brisa de Los Ángeles y sobre la mesa del recibidor, está el desayuno que cada mañana Stevens se encarga de pedir por mi y que yo ignoro, para tomar mi cajetilla y salir al balcón; a no hacer nada mas que, sentarme en el suelo, ese mismo suelo en el que ayer, Justin y yo nos besamos y mire hacia la ciudad, llena de vida, mientras siento que la mía se va poco a poco.
Paso en la misma posición una eternidad, desechando y prendiendo cigarrillos, no siento hambre, ni siquiera aburrimiento. Solo la necesidad de ver todo moverse frente a ms ojos; seguir.
“¿No te has movido de ahí?”
La voz de Justin me hace sobresaltar y tirar el cigarro.
“¡Mierda!” chillo al sentir un piquete de ardor en el muslo, salto del suelo y maldigo mil y un veces.
“¿Estás bien?”
Sintiéndome nerviosa por alguna razón y con las manos temblando por el dolor de la quemadura, asiento con la cabeza.
“Déjame ver” dice acercándose a mí, pero instintivamente me alejo.
“Estoy bien”
“¿Segura?”
“Sí.”
“Bien”
Y se queda en silencio, mirándome, con las manos en los bolsillos, atreves de sus gafas de sol. Se ha cambiado ya a la ropa que traía ayer por la noche.
Ayer por la noche…
Mierda, sin poder evitarlo, imágenes de lo sucedido inundan mis pensamientos y mis mejillas se sonrojan, al punto que tengo que bajar la mirada para que no lo notara.
“Hum” balbuceo incomoda “Que…¿Qué haces aquí?”
“Quería asegurarme que siguieras viva”
Le miro encargando las cejas “Demasiado presuntuoso de tu parte ¿no te parece?” el, que aprecio no entender el poder de sus palabras, frunce el ceño y a la vez, me muestra una sonrisa.
“No me refería a eso, ___”
“Hum…bien” suspiro pasando a su lado y entrando a la habitación. “estoy viva, puedes irte”
“Amaneciste un tanto amargada ¿no te parece?”
“Me duele la cabeza” me excuso con una mentira, tomando asiento a la orilla de la cama; en pose de loto.
“¿No llevabas ropa debajo de eso?” pregunta Justin señalando la playera que parada me llegaba a mitad del muslo, pero sentada se subía lo suficiente para que se viera mi ropa interior.
“Bueno…” gruño estirando la tela para cubrirme “no esperaba visitas”
“Si… creo que eso se nota ¿no has comido nada?” ahora señala la bandeja intacta de comida sobre la mesa del recibidor. Rodo los ojos.
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Sweet Despair {Justin Bieber ● Short Story}
Hayran KurguBueno, sería más fácil si lo explicara desde un principio, desde la noche que todo comenzó…