۵ 𝔖𝔢𝔩𝔣𝔦𝔰𝔥 𝔅*𝔱𝔠𝔥 ۵ | ᴊᴀᴇᴍɪɴ × ᴄʜᴇɴʟᴇ

Lipstick 💄

Chenle se acomodó los cabellos por última vez y decidió echarse un poco de brillo en los labios. El tinte rubio realmente le quedaba bien.

Realmente se veía hermoso, bueno, mucho más que eso. Sentía que nadie lo podría igualar. Cogió una manzana de la fuente del recipiente con frutas de la cocina, se la guardó en su mochila y lo mismo hizo con las llaves que se encontraban en la cómoda de la entrada. Era un bonito día, pero no tanto como él, claro en el que todos esperaban verle, o eso él pensaba. No sin antes hacerse una selfie.

Se subió al autobús y se sentó al final del todo pensando en muchas cosas importantes, como él mismo. Se metió tanto en sus pensamientos que no se enteró ni de que Jaemin se sentó a su lado, ni de que ya habían llegado.

—¡¡Chennie!! ¡¡Que ya hemos llegado!! —se quejó el mayor.

—¿E-eh? — Se sonrojó y ambos bajaron del autobús.

Justo a tiempo tocó el timbre anunciando la primera clase. Jaemin agradeció al cielo, estaba por matar a su amigo, aunque no podría hacerlo porque lo amaba más que un fanmeeting de todos tus grupos favoritos juntos.

—Yah... Chenle, ¡¿en qué diablos estabas pensando?! ¡Te estaba hablando y parecía que conversaba con la ventana!

—Perdón, Jaeminie hyung... Es que ... — Miró hacia otro lado y Jaemin juraba morir de ternura, pero todavía estaba un poco enfadado y quería explicaciones—. Estaba pensando en lo injusto que es ir en un autobús asqueroso de mala muerte cuando alguien como yo tendría que estar en una limusina de lujo y alfombra roja. No saben con quién se están metiendo. Si tengo un mínimo malestar de tanto subirme a ese cacharro no dudaré en denunciar.

Jaemin no sabía si reírse más de lo que decía o del hecho de que lo decía enserio, pero no comentó nada. Tocaba Naturales y la profesora tardaba mucho siempre, aunque siempre venía.

—Se podría estar muriendo de una infección sin cura alguna pero haría sus esfuerzos para fastidiarnos a todos, sobre todo a mí. Debe de tener envidia de lo inteligente que soy con mi edad y que tendré un futuro brillante sí o sí haciendo lo que me de la gana. Ya tiene que estar de amargada la vieja esa...

—JAJAJA... No te pases, Chennie — A veces a su amigo le impresionaba como ponía a parir tanto y de gratis a la gente, aunque razón no le faltaba al chaval.

—¿En qué momento te dí permiso para llamarme «Chennie»? Bueno... Tú eres mi mejor amigo y te quiero mucho aunque no lo parezca... Está bien, puedes llamarme como quieras -dijo sin pelos en la lengua.

Se miró las uñas en busca de mugre, pero seguían impecables, como él. Y cuando regresó a mirar a Jaemin y este tenía los ojos vidriosos.

—¿J-Jaeminie Hyung? ¿Por qué lloras?

El castaño se sorbió los mocos y abrazó con fuerza a su amigo, nunca le había dicho algo tan bonito.

—E-es que... Nunca me has dicho algo así... Incluso llevando seis meses de amistad...