Las luces de colores parpadeaban al ritmo de la alta música que resonaba por todo el local acompañando los bailes de las personas que se encontraban moviéndose al compás, dejándose llevar por el alcohol consumido previamente.
En la barra se encontraba un azabache de cabellera rizada que bebía un vaso de vodka. Sentía como le quemaba la garganta a cada trago que daba, pero esa noche, realmente lo necesitaba.
Necesitaba olvidarse de la monótona rutina que vivía desde que se levantaba cada mañana. Todos los días, a la misma hora, las mismas caras, la misma gente, las mismas conversaciones aburridas...todo en su vida lo consideraba aburrido.
Alzó la vista del vaso que contenía aquel líquido transparente y pudo notar una mirada sobre él. Llevó sus ojos marrones hasta encontrarse con unas esmeraldas que lo miraban de arriba abajo de forma lasciva. Esas esmeraldas le pertenecían a un hermoso castaño de piel pálida y bella sonrisa. Se tomó el tiempo de contemplarlo completamente, deteniéndose en su cintura, la cual le llamó la atención pues, a pesar de estar sentado, esta se acentuaba perfectamente en la ajustaba camisa que portaba. Se mordió el labio inferior mirando a aquel chico que agitaba sus largas pestañas coquetamente.
Su objetivo era escapar de la rutina,¿no? Pues escaparía con la ayuda de ese desconocido.
Se sentó al lado de ese castaño con una sonrisa coqueta, echándole una ultima mirada que, a pesar de la poca iluminación, este notó y ensanchó su sonrisa con un ligero rubor
- Vaya...creí que no vendrías nunca. - dijo el ojiverde alzando la voz para ser oído por encima de la alta música, pero sin abandonar el tono seductor.
- Cómo no iba a acercarme a una belleza como tú, lindo.
El castaño se mordió el labio sonriendo ante las palabras del rizado, soltó una melodiosa risa y se atrevió a acomodar el cuello de la camisa del azabache, mirándolo a los labios con lujuria.Estaban más que claras las intenciones de ese chico con el mayor, pero este no se quedaba atrás, en él crecía el deseo de saciar su sed con ese bello desconocido. El alcohol ya empezaba a hacer efecto en él, sintiéndose en otro mundo, sin dejar de comer con la mirada al menor.
Por otra parte, el castaño había acudido a ese lugar con su mejor amiga, para divertirse un rato pero, en cuanto esta se fue del local con una castaña de ojos miel, supo que se quedaría solo el resto de la noche.
Estaba sumido en sus pensamientos completamente aburrido hasta que vio a un chico alto entrar a la discoteca. Sus rizos negros alborotados se movían al ritmo de su relajado caminar y sus gruesos labios brillaban humedecidos, seguramente por su propia saliva. Ese chico se le hizo sumamente atractivo, despertando en él lujuria. No dejó de mirarlo hasta que este lo notó.
-Y, me dirás tu nombre o prefieres mantenerte en el anonimato?- dijo divertido hacia el azabache, quien con delicadeza cogió su mano (que seguía en el cuello de su camisa) y dijo en su oído con voz profunda y ronca:
- Wolfhard, Finn Wolfhard.- dicho esto besó la mano del más bajo causándole un escalofrío por su columna vertebral.- y tu nombre, bonito?
- Noah Schnapp, pero puedes llamarme como desees esta noche.- pronunció lentamente relamiéndose los labios
- Bailas, Finnie?- dijo con fingida inocencia, esperando una respuesta por parte del mayor.- Por su puesto.
[...]
Una nueva canción comenzó a sonar, incitando todos los presentes a iniciar un nuevo baile. Noah cerró los ojos escuchando la lenta melodía, sintiendo la musica por sus venas. Comenzó a mover las caderas lentamente al ritmo de ese tema desconocido para ambos.
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One night ~Foah Two Shot~
Short StoryFinn quiere escapar de su aburrida rutina diaria y lo hará con ayuda de Noah, a quien conoce en aquel local donde abunda el olor a alcohol y los cuerpos danzantes empapados en sudor. Ambos serán uno, solo ...una noche... • One- shot guarrote que se...