El cadaver del novio||Joerick|| Terminada

final

Erick

Hoy llego el momento que mas esperé en toda mi muerte. Al fin voy a ser libre y me casaré con la persona que amo. Al fin seré amado eternamente.

Tengo tantos nervios que ni siquiera puedo acomodar mi velo. Estoy tan emocionado, no puedo creer que el gran dia llego.

Siento felicidad. Es la primera vez que siento felicidad. Y no solo estoy feliz porque me voy a casar; sino tambien es porque lo voy a hacer con Joel.

-Pero mírate que bello estas -dice Monti detrás de mi -Eres un hermoso novio.

Un color carmesí sube a mis mejillas. Nunca antes tuve un alago, y ahora se lo bien que se siente.

-Gracias Monti, te quiero.

-Vamos, llegó el momento.

Otra vez los nervios me invaden y me cuesta caminar. Siento que mis huesos se van a quebrar.

-¿Y Joel? -pregunto mientras estamos caminando hacia la iglesia.

-El ya está en el altar. Te esta esperando.

Una sonrisa se escapa de mis labios. Necesito verlo.

La boda se realiza en el mundo de los vivos. Por lo cual debo ir a la tierra. Ya que se tiene que realizar ahi porque sino no estaríamos casado. Porque yo estoy muerto, y el matrimonio es "histi qui li miirti lis sipiri" y si lo hacemos en mi mundo. La misma muerte nos estaría separando.

Cruzo el portal sin ningun problema. Monti me guia para donde tengo que ir.

Mientras voy caminando me cruzo con una cara demasiado familiar:

¿Niño que me quizo robar a mi marido?

Sin duda era el, lo podria reconocer a kilómetros. Es el estupido niño de mejillas rosadas.

Veo su cara y empalidece al verme. Se queda estético en su lugar.

Giro mi cabeza y sigo caminando. Eso ya es pasado.

(...)

Es de noche.

Me paro en la puerta de la iglesia. Preparándome para entrar.

Abro cuidadosamente la gran puerta y logro ver a todas las personas.

Mi vista recorre cada detalle de aquella iglesia hasta que mis ojos se posan en el. Está dado vuelta, no notó mi presencia.

Cuando el pianista me ve, comienza a tocar la musica cliché de los casamientos. Y ahi es donde el se da vuelta.

Por dios. Que hermoso es.

Ese traje negro ajustado y su hermosa cabellera rizada bien peinada resalta sin duda la perfecta dentadura que lleva.

Es hermoso.

Mío.

Camino lentamente hasta llegar a su lado con mi ramo de flores blancas.