Game

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Chaeyoung lo miró confundido, no sería que... De pronto los labios de Jungkook estaban contra los suyos, sus manos en su espalda apretándola contra él, y su lengua entrelazándose con la suya... tardó unos instantes en comprender la situación.

Puso las manos en el pecho de Jungkook y lo apartó de un empujón.

-¿Qué haces? –preguntó pasándose la mano por la boca.

-Terminar lo que tú empezaste.-dijo decidido.

-Yo no empecé nada, simplemente saludé a mi nuevo vecino, y ahora si no te importa, me gustaría vestirme.-contestó molesta.

-Me importa.-siguió él.

-Me da igual, adiós niño.-dijo ella.

-Esto no quedará así –le advirtió él.

-Como sea, vete ya!-Chaeyoung lo empujó hasta la puerta y luego la cerró, apoyándose contra ella y soltando un suspiro, se agachó y recogió el cepillo de dientes que había dejado caer inconscientemente. No había planeado que él respondiera así, pero acababa de comprobar que lo podía controlar, y el plan seguía adelante.

Jungkook cerró con un portazo la puerta de su casa, haciendo que todo resonara. Estaba furioso y frustrado, se había quedado sin nada, ahora no tenía a la rubia, esta no lo había llegado a excitar. Pero la castaña... la castaña lo acababa de dejar tirado, pero eso no iba a quedar así,  ya se cobraría el que lo hubiera dejado en semejante estado, ahora lo que necesitaba urgentemente era una buena ducha de agua fría, muy fría, y luego dormir y relajarse.

Su segundo café en medio de la noche. Chaeyoung no conseguía dormir, no conseguía quitarse la sensación de los labios de su vecino acariciando los suyos, sus manos acariciándole la espalda.

-¡Estoy totalmente loca! –gritó en medio del silencio.

Con un gruñido, se metió de nuevo en la ducha, necesitaba despejarse, y el baño era el mejor sitio, su paraíso. Mientras se bañaba planeó el día siguiente, tenía que tener a Jungkook vigilado, sobre todo si no quería que las mujeres se le acercaran, eso significaba seguirlo a todas partes.

Ella no tenía que trabajar, tenía dinero suficiente para vivir tres vidas, así que no se tendría que distraer en el trabajo ni nada por el estilo, podría dedicar su tiempo a fastidiar a Jeon Jungkook, algo que iba a hacer encantada.

Eran las tantas cuando se durmió, pero el reloj marcaba las seis de la mañana cuando oyó la puerta de enfrente, de un salto se levantó del sofá y se asomó a la mirilla de la puerta.

¿Qué hacía tan temprano levantado Jungkook un sábado?
Iba en chándal y estaba mirando el reloj, se disponía a ir a correr, eso le daba tiempo para ir duchándose y poder despejar la mente tranquila, no iría a ligar a las seis de la mañana principalmente porque la gente dormía.

No lo hacía todos los sábados, pero este le hacía falta, necesitaba correr y despejarse, ya que la cama no le había servido de nada, no había podido pegar ojo, cada vez que los cerraba se imaginaba a cierta vecina en sus brazos rodando por la cama entrelazados... era mejor despejar esos pensamientos, y si corría seguramente los podría alejar.

Dos horas más tardes Chaeyoung estaba asomada en la ventana de su casa, mirando a la calle, pendiente de la vuelta de Jungkook, estaba empezando a impacientarse cuando lo vio llegar, estaba increíblemente atractivo, las mejillas coloradas, el pelo revuelto, el pecho agitado.

-¡Ya Chaeyoung!-se dijo a sí misma.

Lo vio entrar a la cafetería de abajo y se apuró a coger el bolso y salir. Al entrar lo vio sentado con un periódico en las manos gesto que la sorprendió, y una taza de café delante, también vio que las chicas se le empezaban a acercar, y coqueteaban con él. Jungkook bajó el periódico y comenzó a hablar con las chicas con una de sus sonrisas en los labios, Chaeyoung se apresuró y se acercó a él, le rodeó la cintura con los brazos.

-Oppa! –lo saludó- perdón que tardara en bajar, no sabía que volverías tan pronto de correr-dijo rápidamente.

Jungkook se encogió al sentir los brazos y oír la voz, era la de su vecina, la misma que la noche anterior lo había dejado con el calentón, las chicas que estaban a su alrededor desaparecieron, y tras ellas, la castaña se separó de él y se sentó en una silla ignorándolo. Lo comenzaba a sacar de sus casillas, les estaba espantando a las chicas, y eso no le gustaba un pelo.

Debería hablar con ella y decirle que lo dejara en paz, o que por lo menos le explicara su conducta.
Se giró y se dispuso a mirarla.

-¿Y bien? –preguntó.

Comenzaba a hartarse se ese juego.
Ella lo miró y él se quedó clavado, perdido en sus ojos marrones... agitó la cabeza y la miro con indiferencia.

-¿Si? –preguntó ella.

-¿Me vas a explicar por qué has hecho eso? Ahora no me puedes decir que saludabas al vecino...-dijo él, mirándola fijamente a los ojos.

-Pues eso es exactamente lo que hacía, me gusta llevarme bien con mis vecinos, y tú vives justamente en frente de mí, nos debemos de llevar bien-explicó.

-Una cosa es que nos llevemos bien, y otra ¡es que te hagas pasar por mi novia!afirmó él.

-¿Yo hice eso? –preguntó mirándolo asombrada- no, yo solo saludaba a mi vecino...-dijo llevando sus ojos para arriba.

-¿A todos tus vecinos los saludas así?-preguntó con cara dudosa.

-Puede...-contestó indiferente.

Jungkook arqueó una ceja, y ella le sonrió.

-Señorita aquí está su café americano –la avisó la camarera.

-Gracias –contestó ella, y se giró ignorando a Jungkook.

-Bueno, pues a partir de ahora haz el favor y no me sigas saludando así, me espantas a todas las chicas. Y no me gusta que lo hagas.-dijo molesto.

Jungkook giró sobre sus pies y salió del bar, directo a su casa para darse una buena ducha, más le valía que su vecina no lo siguiera saludando así, si no terminaría por pegarla contra una pared y... pero eso no iba a pasar, ella no se le volvería a acercar si era consciente de eso...-
«Lo siento mucho cariño, pero esto no se va a acabar» se dijo Chaeyoung con una sonrisa, por mucho que no quisiera seguir acercándose a Jungkook, lo iba a hacer, prometió que él estaría sin chicas un tiempo y así sería, no iba a tener sexo, no iba a besarle más, con unas simples palabras las chicas se irían, un cariño, oppa, mi amor... cualquier adjetivo cariñoso haría que las chicas cogieran la indirecta, aunque fuera una mentira, porque ella era de él, lo mismo que él de ella: nada.

Una vez duchado, se encontraba más tranquilo, seguro que ahora que le había dicho aquello a su vecina lo dejaría en paz, ya no le espantaría a más chicas. Por eso, se daría una buena noche, se arregló y decidió que iría a comer por ahí y estaría de vago lo que quedaba de día, total era sábado. Salió a la calle, llamaría a Jimin para que saliera con él, no a él no, estaría con su chica, mejor a Taehyung. Su amigo pensaba igual que él, seguro que le apetecía salir por ahí a dar una vuelta. Si, definitivamente llamaría a Tae. Sacó el móvil del bolsillo y buscó en la agenda el número de su amigo.

-¿Si? –preguntó una voz grave al otro lado del teléfono.

-Tae, amigo, soy Jungkook, ¿te gustaría salir?-pregunto ansioso. 

Buenaaaas!, volví ;) Espero que les esté gustando esta historia porque mañana subiré otro capítulo más

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Buenaaaas!, volví ;) Espero que les esté gustando esta historia porque mañana subiré otro capítulo más. Gracias por sus votos. 

Besos y abrazos. xoxo

[Rosekook]Playing With The FireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora