Clouds ☁️-Nammin.

Zwei

[La primera parte fue actualizada. Por favor, si no comprendes porqué se ha saltado de un punto al otro, lee la primera parte.]

.   .   .   .   .   .   .   .

︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶ 

:☁️: 奇异

.                   · 　　          ·

✦   　 .            *            ˚                 ✦

·             ·

Jimin recorría en pequeños pasitos el largo pasillo que la bonita y moderna casa poseía. Admirada con sus dos luceros brillantes, aquellas estanterías que contenían libros, estatuillas o algo que tenga que le llamase la atención, como estrellas, . Hasta que sus pies se detuvieron delante de un cuadro muy hermoso: un cielo azul decorado con un brillante sol y nubes, muchas nubes.

A la abuela también le gustan las nubes. Jimin nunca olvidaría ese poema que muchas veces, la ancianita de grisáceos cabellos, le había contado.

El pequeño niño, con una sonrisa adornando su rostro, imaginó ser algo parecido a una nube blanca y esponjosa. Ir navegando a través del azulado cielo, buscando lugares que nadie ha explorado. Siendo únicamente libre. 

El de cabellos azabaches no quería corretear por allí y hacer ruido. Pero su imaginación y su lado infantil le estaba dando batalla. Jimin miró sus piecitos enfundados en medias color celeste, y comenzó a corretear por el pasillo. Fingió ser un viajero.

—¡Pequeño mochi! —llamó Namjoon desde el living. El nombrado pegó un saltito del susto y, avergonzado por haber hecho ruido, caminó con la cabeza gacha hasta la posición de su mayor.

—Pequeño mochi, ¿Has encontrado algo interesante? —Jimin levantó la cabeza y asintió efusivamente con esta. Namjoon sonrió enternecido—. Luego de comer me muestras.

Luego de agradecer, ambos se pusieron a comer los trocitos de diversas frutas que el mayor había cortado. La televisión se mantenía apagada, ambos chicos se mantenían inmersos en gran libro que contenía información sobre los planetas, estrellas, galaxias y diversos misterios. Jimin sobre las piernas cruzadas de su mayor, acurrucado y siendo atrapado lentamente por el sueño. Mientras que Namjoon leía con voz suave, lentamente.

El momento fue cortado. Unos golpecitos en la puerta captaron la atención del moreno y despertaron al niño. Con sumo cuidado, Namjoon dejó al niño en el mullido mueble y se enfocó en atender, con una sonrisa, a la persona que estaba delante de su casa.

—¡Buenas tardes NamNam Hyung! —un pequeño de unos doce años, de voluptuosos labios, cabellos color chocolate y de estatura alta, saludó a Namjoon.

—Hola Jinnie-ssi. Buenas tardes Hoseok Hyung, TaeHyung-ssi. —Namjoon se hizo a un lado, dándole el paso a las personas.

Jimin se mantenía sobre el sofá. Su cabello negro azabache enmarañado y sus ojitos cargados con un poquito de sueño. Pero eso no evitó que la intriga le obligara a querer ver más allá que varios pies ajenos.

Jin de adentró primero. Al ver a Jimin, el niño de doce años correteó hasta estar delante de él y extenderle amablemente la mano.