Capítulo 36

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En algún punto de mi vida Alex se había enterado que Pretty Little Liars era una de mis series preferidas, por eso adoraba atemorizarme enviando amenazas de parte de "-A", comenzamos la orden de restricción presentando pruebas luego de ésto. 

1 mes después Alex ya no formaba parte de nuestra vida. 

Pero Federico se fue de viaje, y eso me hacía poner demasiado nerviosa, por Alex, por mí, y porque hoy tenía que estar sola todo el día en una casa que era demasiado grande para dos personas. 

Federico tendría que haber llegado ya a esta altura, sin embargo no lo había hecho.

El teléfono sonó tiempo después, mientras me encontraba a punto de llamarlo. Atendí sin leer siquiera de quién se trataba. 

Durante toda mi vida mi cerebro había sido selectivo, tomaba los momentos lindos y hacía que los feos fueran confusos. Sin embargo, los traumáticos habían tenido un lugar específico en la papelera de reciclaje. Jamás puedo recordar cosas como el exacto momento en que Alex me disparó, o cómo se veía Federico en su accidente aquella vez. Por eso, entenderán cuando les digo, que no recuerdo absolutamente nada de lo que pasó después de que el hombre detrás de la línea, representante de la aerolínea me dijera que el avión en que viajaba Fede, Mi Fede, había desaparecido, con probabilidades de haber chocado.

Es increíble cómo las cosas pueden simplemente cambiar de un momento a otro. Quince minutos antes me encontraba jugando con mi hija, prometiéndole que su padre iba a llegar, y ahora, me encontraba llorando en otra habitación, sin saber que decirle o hacer, sin saber cómo decirle que tal vez su padre ya no regresaría. 

Me negaba a la creencia de que su padre estaba muerto, pero, ¿qué más podrías creer cuando un llamado así te llega?

Juntos, y eternos. #3 │Federico Vigevani. (EDITADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora