Si dijera que sí Parte I

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La lluvia se calmó un poco, lo suficiente para permitirle a Ariana y a los demás volver a la posada sin mojarse tanto, el viaje había sido bastante revelador y no hablando sobre la cascada.

Por otro lado, Mateo y su padre seguían en el mar intentando pescar, no tenían miedo de la lluvia o de la promesa de alguna tormenta.

—La lluvia es refrescante ¿No? —El padre de Mateo sonreía mientras hablaba con su hijo.

—Debo admitir que da un muy buen ambiente, pero... ¿Qué hay de Damián y Amanda? —Mateo no se olvidaba de sus amigos.

—Ya no deben tardar, o quizás ya están en la playa, iban a recorrer todo el arrecife y después Damián quería buscar cangrejos —explicó el padre de Damián tranquilizando a Mati.

Si bien Amanda no conocía el lugar o era experta buceando, Damián era muy hábil en eso y conocía aquellas playas como la palma de su mano, así que básicamente mientras él estuviese a lado de Amanda todo estaría bien.

. . .

—¿Dónde estamos? —preguntó Amanda mientras salía del agua para tomar aire.

—Estamos cerca de la playa, saldremos por aquel rompe olas si seguimos de frente —explicó Damián mientras nadaba en dirección a la playa.

—Bueno, al menos ya estamos mojados, así la lluvia no molesta tanto. —Amanda comenzaba a nadar detrás de Damián.

Los dos jóvenes habían recorrido el arrecife que hay cerca de aquella playa, un lugar bastante poblado de peces donde Damián acostumbraba pescar, y esa no sería la excepción pues atado a su cintura llevaba 4 peces de buen tamaño que había matado con su arpón.

Al llegar a la playa y por fin poner los pies sobre la arena, la lluvia se intensificó y a pesar de ya estar totalmente mojados, Damián y Amanda por instinto corrieron para cubrirse debajo de una parada de autobús que estaba fuera de la playa.

—Ja, ja, ja ¿Por qué nos cubrimos? —Amanda reía por lo irónico de sus acciones.

—Buen punto, ¿Nos vamos? —Damián salió de su refugio y comenzó a caminar bajo la lluvia.

—Hay que avisarle a los demás. —Amanda iba detrás de él preocupada por Mati y su padre.

—Cuando lleguemos a la posada los llámanos —dijo Damián sin aflojar el paso.

—De verdad te gusto ¿No? —dijo Amanda acercándose a Damián.

—¿Tanto se nota?

—Un 8 de 10, y eres un buen chico sólo que...me iré a la universidad y esto sería muy complicado.

—El próximo año iré a la universidad también.

—Entonces hablamos en un año. —Amanda comenzó a correr mientras reía y detrás de ella, Damián intentaba seguirle el paso.

. . .

Después de que la lluvia hiciera a todos volver a la posada, cada uno de los huéspedes se fue a su cuarto a darse una ducha y cambiarse de ropa.

—¿Le dijiste que te gusta Mateo? —Amanda interroga a su hermana mientras se secaba el cabello.

—Sí, hice lo correcto ¿No? —respondió Ariana dudando.

—¿Te das cuenta que nosotras nos vamos el lunes y ella se quedará con Mateo hasta el jueves?

—Ya sé...pero no sé qué hacer.

—Sabes lo que tienes que hacer Ari... díselo. —Amanda vio fijamente a su hermana.

Ariana sabía a que se refería su hermana pero aún así le daba miedo hacerle caso y arruinar lo poco que llevaba avanzado.

A+B=LOVE [Vol.2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora