Cap. 13. ¿Tengo novio?

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Estaba enfrente de mi casa, algo nerviosa puesto que no sabía cómo decirle a Louis sobre esta mañana, no quería entrar y verlos a ambos

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Estaba enfrente de mi casa, algo nerviosa puesto que no sabía cómo decirle a Louis sobre esta mañana, no quería entrar y verlos a ambos.

— ¿Hannah? — preguntó Michael al verme abrir la puerta — ¿Por qué llegas tan temprano?

No supe qué decir y tuve que decirle parte de la verdad

— Pues...me expulsaron — me encogí de hombros como sin nada

— ¿Por...qué?

— Insulté a la rectora — dije riendo —, la verdad no me arrepiento

— Wow, aquí tenemos a una chica mala — carcajeó

Fui a la cocina sin encontrarme con Louis, al parecer no se encontraba en casa, tomé una manzana para comer y salí para ver la televisión de la sala.

— ¿Qué ves? — se recostó en mi regazo —, pon una película — sonrió sacando su celular

— Primero deja ver qué encuentro en la televisión

Sin querer mis ojos fueron a dar a su teléfono, podía ver que se estaba mensajeando con una chica, su foto de perfil lo delataba, tosí un poco de lo incómodo que estaba la situación, un par de segundos más tarde se carcajeaba por lo que leía, genial, ahora esta a un poco celosa por esa chica.

— ¿De qué tanto te ríes? — pregunté al fin

— Oh, de nada. Estoy hablando con mi chica

Me levanté enojada haciendo que casi se cayera del sillón.

— ¡Oye! Casi me caigo — reclamó incorporándose nuevamente — Oh...— pausó mirándome seductoramente — ¿Estás celosa? — arqueó una ceja

— ¡¿Yo?! Ja, claro que no. — le respondí sin importancia —. Oye, ¿dónde está Louis?

— No eres tan astuta como para cambiar el tema — rió —, fue al aeropuerto, hoy llegan unos amigos nuestros de Londres

— Oh que bien, bueno ahí te quedas voy a dormir un rato

Estuve a punto de subir las escaleras si no fuera por mi memoria, había recordado que se llegaba la hora de las pastillas de Mike, ahora fui por mi mochila a la sala y las saqué.

— Michael

Lo llamé, venía del baño

— ¿Qué?

— Es hora de tu medicamento — informaba mientras sacaba las pastillas

— Oh mira qué casualidad, también ya casi es hora de comer

— ¿Y eso qué? ¿Tienes que comer para tus pastillas?

— No, pero no pienso tomarlas, y si tu ni dices nada yo tampoco tendré que decirle a tus padres que sigues sin comer, y es gracioso porque también les contaría las técnicas que vi ayer cuando cenábamos, escondiendo la comida en la servilleta y paseando la comida mientras te atajas de agua — me hizo un guiño —, estamos a mano Campbell

Pain In My Bones [MJ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora