Baby U

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Siguió con su mirada sus movimientos a través del espejo. Eran lentos, precisos, y algo sensuales. La coreografía era compleja, percibía su concentración. Al dirigir la mirada hacia su rostro, sus ojos se encontraron con los suyos. Él le sonrió y le guiñó un ojo provocador. Changhyun bajó rápidamente la vista a los cordones de sus zapatillas, sintiendo el calor subir a sus mejillas. Momentos después, la música terminó. Lo sintió desplomarse a su lado con la respiración agitada.

-Tu turno, Changhyunnie.

Lo apremió murmurando cerca de su oído y él se levantó de un salto. Respiró hondo, intentando recordar la coreografía. La música comenzó y se dejó llevar, absorbiéndose en el baile. No se atrevía a mirar en el espejo. Sentía la mirada de Jonghyun clavada en su espalda y eso de alguna manera lo ponía nervioso. ¿Por qué tenía que ser tan consciente ahora?

La clase terminó sin mayores inconvenientes. Se sorprendía de sí mismo, de haber sido capaz de terminar sin cometer demasiados errores. Caminaba a casa junto a Jonghyun como siempre, bromeando como siempre. Pero otra vez no podía evitar sentirse nervioso. Él lo miró con curiosidad un momento antes de volver la vista al frente.

-¿Quieres venir a casa hoy? Podemos pedir una pizza y ver una película.

Sonaba como una invitación casual, aunque le pareció oír un poco de tensión en su voz. Era algo que antes hacían prácticamente a diario. Pero la última vez Changhyun lo había rechazado y él no había vuelto a invitarlo en una semana.

-Suma algo de helado y tenemos un trato.

Contestó, dedicándole su mejor sonrisa traviesa. Él frunció el ceño y llevó una mano a su mentón, en un gesto pensativo exagerado.

-Pero la película será de terror.

Replicó a su vez. Rio suavemente cuando los labios de Changhyun se fruncieron en un adorable puchero.

-Eres malo -lloriqueó -Tendrás que dejarme dormir contigo, entonces.

Solo después de que las palabras salieran de su boca fue consciente de lo que acababa de decir. Dirigió su mirada al suelo, rogando que aquel maldito rubor no volviera a aparecer en sus mejillas. Jonghyun ignoró aquello y respondió con calma.

-Siempre que no me confundas con uno de los zombis de tus sueños y me golpees...

Bromeó rodando sus ojos. Changhyun hizo un mohín, pero no replicó. Se acercaban ya a la puerta de su edificio. Le dijo a Jonghyun que se daría una ducha para quitarse el sudor de la práctica y lo vería en su casa más tarde. Él asintió y se despidieron por el momento.

El agua caliente recorría su cuerpo, relajándolo. Meditaba, intentando en vano aclarar su mente que aún seguía hecha un desastre. Hacía más de una semana ya que su mejor amigo le había confesado que estaba enamorado de él. Tenía demasiadas cosas en que pensar todavía, pero temía que si seguía evitándolo su relación iba a tornarse incómoda. Lo último que quería era que Jonghyun y él se distanciaran, simplemente aún no sabía cómo debía actuar cerca de él. ¿Realmente estaba bien que todo siguiera como antes? ¿Era eso lo que quería? Suspiró, cerró la canilla. Se dispuso a cambiarse para volver a salir de su departamento.

Pasó por la tienda a comprar unas bebidas y snacks antes de dirigirse al departamento de Jonghyun. Usó su llave para entrar al edificio, subió las escaleras hasta su piso, golpeó la puerta. Él le abrió enseguida; parecía que acababa de salir de la ducha, su torso aún desnudo. Llevaba una toalla en las manos, el aroma a shampoo inundó sus fosas nasales mientras él secaba distraídamente su cabello.

-Eso fue rápido -comentó -Dame un segundo, ya casi estoy.

Cerró la puerta detrás de Changhyun y se dirigió a la habitación a terminar de cambiarse. Él lo siguió con la mirada hasta que se perdió tras el umbral. Sacudió la cabeza, alejando los pensamientos que lo asaltaban en aquel momento. Llevó las cosas a la cocina, guardó las bebidas en la heladera. Estaba a punto de pedir la pizza cuando Jonghyun regresó. Instintivamente, retrocedió un paso cuando se le acercó. Él sonrió tristemente, tomó uno de los paquetes que había dejado sobre la mesada y se dirigió a la sala. Changhyun se golpeó mentalmente mientras dejaba su teléfono e iba tras él. Se sentó en el extremo opuesto del sillón, lo miró un momento. Bajó su mirada y suspiró.

-No tienes que hacer esto, Changhyunnie.

Antes de que pudiera decir nada, él habló. Levantó la vista nuevamente, lo contemplaba con tristeza.

-Jonghyun, yo...

-Está bien, lo entiendo -lo interrumpió -Tal vez fue un poco egoísta de mi parte decirte eso y pretender que todo siguiera como antes... Ahora estás siendo demasiado consciente, me doy cuenta -le sonrió tiernamente -y no quiero que te fuerces, no quiero que te sientas incómodo estando conmigo.

-No es eso, Jonghyun. Te equivocas...

Miró con fijeza sus manos mientras jugueteaba con sus dedos, nervioso. Intentaba encontrar las palabras adecuadas para decir lo que rondaba por su mente, su corazón palpitaba con fuerza en su pecho.

-¿En qué me equivoco?

Inquirió él con calma luego de un rato, aguardando a que hablara.

-Es cierto que... estoy siendo demasiado consciente -murmuró. -Pero no en la forma que tú crees, Jonghyunnie.

Lo miró de reojo, su expresión era de confusión. Suspiró con nerviosismo nuevamente. Mordió su labio, sintió otra vez aquel calor en sus mejillas que lo acompañaba desde hacía días. Aclaró su garganta, intentando que su voz no temblara.

-Quiero decir... Yo realmente nunca había pensado en ti como algo más que un amigo... Nunca... y ahora no puedo evitar ser consciente de esa posibilidad.

Volvió a mirarlo con timidez. Pero Jonghyun aún lo contemplaba desorientado. Se inclinó hacia adelante, acercándose un poco más a él. Lo suficiente para colocar su rostro justo frente al suyo y mirarlo directamente a los ojos.

-Estoy diciendo que no puedo dejar de pensar en ti, Jonghyun.

Él finalmente reaccionó, sorprendido. Se inclinó también y tomó el rostro de Changhyun entre sus manos.

-¿Hablas en serio?

Su mirada era tan intensa, tuvo que apartar la suya. Los latidos de su corazón resonaban en sus oídos, todo su rostro debía estar rojo a esas alturas.

-¿No me crees? -hizo un puchero -Se supone que acabo de terminar con Minsu, pero no dejo de pensar en ti... Me estás volviendo loco, Jonghyun, deberías hacerte responsable.

Él estaba simplemente estupefacto. En ninguno de sus escenarios mentales algo así podía suceder. Para él era suficiente con solo permanecer a su lado. Sentía como si Changhyun acabara de tomar su mano. Como si le dijera que no debía preocuparse y sencillamente lo abrazara con fuerza. Que estaba allí, que no se iría de su lado.

-¿Estás seguro de esto?

Murmuró cerca de él. Aún sostenía su rostro entre sus manos. Podía ver sus pupilas temblando, el rubor cubriendo sus mejillas. Changhyun le sonrió con timidez, percibía las emociones contenidas en su voz.

-Voy a decepcionarme un poco si no me besas ahora.

Él rio suavemente, acortó la distancia entre ellos. Sintió su aliento sobre su rostro, el roce de sus labios, volviéndolo loco.

-Te amo, Changhyun.

Susurró antes de besarlo dulcemente, estrechándolo contra su cuerpo en un tierno abrazo. Miles de emociones lo invadieron entonces, sintiendo sus labios sobre los suyos. Jonghyun había sido su mejor amigo toda su vida, pero más que eso, era la persona más importante para él. Quien siempre estaba a su lado, quien lo hacía sonreír. Por supuesto que lo amaba.

-Yo también te amo, Jonghyun.

Murmuró, rodeando su cuello con sus brazos. Estaba completamente enamorado de él.

@MyAngelDays.

Baby U [#TEENTOPWEEK]Where stories live. Discover now