Danse Macabre (one shot)

Danse Macabre

La noche de Halloween la muerte sale por un paseo
Camina de lado a lado robando suspiros
Saluda cortésmente y sigue su camino
Espera que de la media noche y feliz se pone a tocar
Aclama el violín como suyo
Y con una mirada basta para que caigas rendido.

Entre los vivos toca y celebra
El reloj dice tic tac
Su pareja para el baile debe encontrar
Y cuando menos lo espera en medio de su actuación
Encuentra una mujer que es la mismísima perfección
Únete al Danse Macabre que se da esta noche
Bailemos hasta el amanecer y dejémoslo en historia
El día en que una humana tuvo a la muerte a su merced
Y esta solo no negó sentir algo por primera vez.

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Londres, 30 de octubre de 1877

En la gigante y "modesta" propiedad de algún ricachón londinense, estaba reunida la alta sociedad inglesa disfrutando de una fiesta en celebración a Halloween, considerándose atrevidos y alocados desafiando a la iglesia con su fiesta pagana.

Entre lo más oscuro de las afueras de la residencia nadie puede ver como aparece quien se robaría la noche ese día. Radiante y vestida para la ocasión, Kim Taeyeon camina libremente por el jardín, disfrutando su noche de celebración. Como le encanta este día, el día en que puede disfrutar de una de las mejores creaciones de los vivos, Halloween. Por supuesto que había celebrado cada uno de ellos desde que la creencia inicio, antes conocida como Samhain, cortesía de los celtas, amaba "vivirlo". Aunque fuera su único día dentro del mundo de los vivos pacíficamente, los 364 días que restaban cumplía su vida cumpliendo su tarea, llevarse a los que ya no les quedaba más tiempo. Así es, esta mujer hermosa, pero con una figura matadora, una sonrisa encantadora, ella era la mismísima muerte, literalmente. Era una de sus miles de personificaciones como humana por supuesto, como ella decía, era su disfraz para Halloween.

¿Porque será que la muerte sale cada Halloween? Es simple, los bailes. La querida muerte ama un buen baile, ha asistido a montones, es algo único, conoce tantos estilos, tantos humanos que la sorprenden con sus habilidades. Es su liberación, desde la carga que se le dejo desde el principio de todos los tiempos posibles y condenada debe cumplir hasta el fin de estos mismos.

No perdió más tiempo y se adentró dentro de la mansión, paseándose por los pasillos, la gente se detenía a contemplarla, uno no ve ese nivel de hermosura todos los días, tanto hombres como mujeres se concentraban en sus pasos preguntándose quien era, mientras ella vio lo usual de la época, gente charlando de cuan ricos creían que eran, algunos degustando la comida que se ofrecía por los sirvientes, uno que otro cuchicheo de una mujer a otra chismeando y riendo de como Lady Aldrich podía demostrar ser igual o más baja que una cortesana cuando de hombres se trataba, pobre Lady Aldrich, si supiera que tan poco le queda, no se preocupe por encontrar un hombre, no llegara a aprovecharlo de todas formas. Paso por donde los músicos y pudo deleitarse de las nuevas piezas que llegaban a tocar cada año, en especial con la temática en que los sonidos eran tétricos y oscuros, maravilloso, los vivos siempre sabían sorprenderla de buena manera en estas ocasiones, se ve tan inmersa en contemplar su alrededor que de manera improvista llega a chocar con el cuerpo de una mujer, inmediatamente se dedica a mirar dicha figura y queda aún más sorprendida de lo que estaba antes, frente a ella tiene a una mujer un tanto alta, con vestido negro con rojo largo precioso, su cuello se veía apetecible con un acompañamiento del mismo material del vestido, pelo negro y con unos rizos apoyados en su hombro derecho, su cara parecía detalladamente hecha por la mejores manos artesanas, poseía detalles únicos, era una obra de arte que estaba dispuesta a apreciar, vio  sus ojos un tanto confundidos, se dio cuenta que tal perfección estaba intentando hablarle y ella estaba mirándola casi descaradamente.