19.

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Los segundos le pasaban lentos, se mordía las uñas y su pie derecho se movía sólo. No podía engañar a nadie: estaba enormemente nerviosa.

Cerró los ojos y respiro profundo. Le estaba siendo muy, muy difícil tranquilizarse. Estaba rodeada de gente y sabía que tenía todos los ojos puestos en ella. Pero, ¿por qué se sentía así? Sabía que ese momento llegaría tarde o temprano, que se enfrentaría a él y que todo iría bien... o eso esperaba.

¿Nerviosa por el vuelo? ¿Nerviosa por lo que estaba por venir? O ¿nerviosa por él? Por verle de nuevo, tenerlo a su lado, de ver sus ojos de purpurina, sus palitas, su olor, su todo. Mariposas nacieron en su barriga y su corazón aceleró. Pero, ¿qué le estaba pasando? Nada, no quería que le pasase nada, no quería sentir nada ni quería que nada se interpusiera entre ellos. Nada de nada. Habían recorrido un camino con muchas curvas, demasiadas como para que ahora algo estropeara su "amistad". ¿Amistad? ¿Se podía pasar del amor al odio y luego a la amistad? ¿Era eso posible?

—Am...

Siguiendo con los ojos cerrados, la chica levantó la mano pidiendo silencio. Necesitaba ese momento para ella. Centrarse y relajarse. Necesitaba estar en total conexión consigo misma.

Suspiró. Un año atrás no se hubiera imaginado para nada esta situación. Ella, ahora conocida, famosa, siendo popular por su música y por su historia, yendo a Eurovisión. ¿Como puede cambiar todo en tan sólo un año? Increíble, la verdad. Ella que sólo seguía, con suerte, el festival un día al año, ahora tendría que vivirlo en primera persona, defenderlo y, sobretodo, hacerlo bien. Sabía lo que tenía que hacer, sabía cómo actuar y sabía qué responder. Estaba deseosa de cantar en el escenario, ansiosa en que llegase el momento y excitada por la experiencia. Pero lo que no sabía era qué hacer con su compañero de escenario.

Nervios otra vez. Era pensar en él y su corazón se disparaba. Respiró de nuevo. Sólo hacía una semana que no se veían pero parecía mucho más. Después de todo lo vivido, al fin, reconocía que le necesitaba con ella, a su lado. ¿Pero sólo cómo amigo? Chasqueó la lengua y suspiró. Ella estaba hecha un lio, era un flan, temblaba, pero quería aparentar total seguridad y confianza. No quería dudar ni que nadie la viera insegura. No. Ella era fuerte y lo demostraría. Pero, ¿era demasiado fuerte para no volver caer en sus brazos de nuevo?

Y abrió los ojos, cegándose con la cantidad de luz blanca provocada por los fluorescentes de aquella terminal de aeropuerto.

—Dime —dijo seca mirando a la mujer que antes había interrumpido sus pensamientos.

—Viene en retraso —le contó, esta vez, con cierto miedo a que la volviera a hacerla callar—. En cinco minutos está aquí.

Cinco minutos. Cinco minutos y se reencontrarían, de nuevo, por última vez. Ahora sí que ya no podía estar más alterada. Sudor frío empezó a recorrer su espalda y sus manos le temblaban. No podía controlar sus impulsos naturales. No estaba entendiendo nada de lo que le estaba pasando. Respiración agitada, boca seca y el pie moviéndose solo.

—¿No hace mucho calor aquí dentro? —comentó observando a su alrededor.

—¿Quieres quitarte la chaqueta? —le propuso Marta.

—No, da igual... si es que no se porque lo he dicho, si en realidad estoy bien... —mintió forzando una sonrisa y siguiendo observando a su alrededor.

—¿Quieres agua? —propuso esta vez la mujer.

Asistió con la cabeza con ojos vidriosos y sin decir nada más, Marta fue en busca de una botella.

En cualquier momento, él aparecería por algún lado de esa iluminada terminal, sonriendo, seguramente con sus auriculares puestos y su chaqueta tejana. Estaba segura que le saludaría con la mano desde lejos, que se acercaría a ella y se abrazarían. Ella se paralizaría intentado prestar atención a sus palabras y no a sus ojos, pelo o sonrisa. Seguramente, dentro de ella, se despertaría un dolor ardiente y sus pensamientos se nublarían deseando de nuevo abrazarle, acariciar su cara y decirle algunas cosas como que le había echado de menos, que estaba muy guapo y después, seguramente, su obnubilada lengua/boca le diría que le quiere.

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