Las Sombras de Malfoy

Viejos amigos

–Preciosa.- dijo Draco al ver a Hermione, ella le dedicó una pequeña sonrisa.

–Tú no te ves mal, Malfoy.- el rubio enarco las cejas.

–¿Crees que yo sea un digno acompañante, ratón?- Hermione hizo como si lo pensara y respondió:

–Bueno, he tenido peores.- Draco echo la cabeza hacia atrás y dejó oír una leve carcajada.

–¿Tienes chimenea?- preguntó asomando un poco la cabeza para ver lo que había detrás de la castaña. Ella asintió.

–Si, pasa.- respondió haciéndose a un lado para que el muchacho pasara.

–Mi amigo me dijo que llegara por la chimenea. ¿has viajado por medio de los polvos Flu?

–Si, aunque sólo en 2 ocaciones y sólo mi cabeza.- él rió.

–Pues es lo mismo aunque ahora con todo el cuerpo.- dijo mientras echaba los polvos en la chimenea volviéndose de un color verde esmeralda.- Repite conmigo Mc'Ferrars.- Hermione entró a la chimenea con sus codos a los costados y dijo fuerte y claro:

–Mc'Ferrars.

La castaña apareció en una habitación llena de gente y con la música a todo volumen, parecía que todos se divertían.

–¡Bienvenida a Mc'Ferrars!- gritó un joven que parecía tener la misma edad que ella mientras la ayudaba a salir de la chimenea.- ¿Vienes sola o esperas a alguien, guapa?

–Espe..- la chica no pudo terminar su respuesta pues enseguida apareció Draco detrás de ella.

–Como lo prometí Andrew, aquí estoy.- le gritó Draco al joven cuyo nombre al parecer era Andrew, el dueño del club. El ojigris se acercó y le pasó a Hermione un brazo por los hombros.

–Y vaya que estás bien acompañado.- repuso su amigo de cabello azabache y ojos color azul intenso.- Encantado de conocerte, soy como ya escuchaste Andrew Mc'Ferrars.- se presentó.

–Igualmente, soy Hermione Granger.

–Bueno, basta de presentaciones vayamos a divertirnos.- finalizó Draco tomando a Hermione del brazo arrastrándola hacia donde la multitud bailaba eufóricamente. Se acercaron a la barra.

–¿Quieres algo de beber?- le dijo casi gritando por el ruido de la música.

–Frutilla con vodka.- pidió la chica sorprendiendo a Draco quien esperaba que pidiera una piña colada o algo con menos alcohol.

–Está bien, en seguida llevo las bebidas, busca una mesa.

Hermione dejó a Draco pidiendo las bebidas y se dirigió a una mesa que estaba cerca de la chimenea. Se sentó y espero a Draco quien al parecer se había entretenido charlaron con unos amigos, ella lo miro a lo lejos, sí que se veía apuesto aunque probablemente muy elegante para la ocasión le parecía extraño que alguien como él no tuviera pareja.

–Hermione.- ella se sobresaltó, estaba sumida en sus pensamientos que no se dio cuenta que Parvati estaba enfrente de ella. La observó sin contestar.– Sólo quería hablar contigo, quiero explicarte las cosas, no me has dado oportunidad de hacerlo. Tienes todo el derecho de odiarme pero yo sólo quiero que entiendas estaba borracha y Ron estaba devastado por la pelea que ustedes habían tenido, sólo trataba de ayudarlo..

–¡Pues lo consolaste muy bien!- gritó Hermione aunque apenas y se escuchó debido al ruido de la música.- No quiero escucharte, solo lárgate si no quieres que te eche un maleficio ahora mismo.- Parvati dudo unos segundos y se fue. Hermione estaba harta quería irse, quería explotar. ¡Un día! ¡Sólo quería un maldito día para divertirse, para liberarse de todo lo que le atormentaba y ni eso podía tener!