Loba ➽ Chaelisa

Alpha

Lisa observaba detenidamente a cada hombre en aquel bar, especialmente sus dedos anulares. No es que el encontrar un anillo en el fuera un problema, al contrario, eso la excitaba aún más. Amaba el corromper a un hombre, quizás porque sabía que el suyo nunca lo haría. Su esposo probablemente estaba trabajando hasta tarde. Era un aburrido.

Era el tercer bar al que iba en el mes, trataba de encontrar su próxima víctima. Hoy se le antojaba un hombre rubio y de preferencia casado. Tardó un poco en encontrar el adecuado, pero lo hizo. Era como un ángel, un poco femenino para su gusto pero serviría. Hizo el ademán de levantarse cuando una chillona voz la detuvo.

- Más te vale no ser prostituta.

Lisa se giró enojada, no por la insinuacione sino por retardarla en su diversión.

- ¿Qué? ¿Algún problema?, ¿Acaso estoy en tu zona?.

Ni siquiera trató de negarlo, no es como si le importara lo que ella pensaba. Esa era su tercera noche en aquel bar, jamás volvía más de tres veces a un lugar.

La chica solo le dio una sonrisa divertida.

- Vaya que dientes - dijo juguetona -. No, para nada. No le voy a esos trabajos, pero no me agrada tener putas en mi bar. - dijo irónica.

Lisa la miró seria y con más detalle. Era una peli roja bastante delgada y de cintura pequeña. Alta y con cara de ardilla. Linda.

- No soy prostituta - no tenía porqué explicarse podría simplemente irse a otro lado a probar fortuna, pero sentía que debía -. Solo estoy aburrida y me gusta el sexo casual.

La peli roja la examinó con ojo crítico, para luego sonreír en grande. Era tierna.

- Me agrada tu sinceridad, me llamo Rose. Soy la dueña de este lugar.

Quizás las copas que se había tomado anteriormente o el ambiente hizo que Lisa se le olvidara el porqué estaba en ese lugar en primer lugar. O quizás solo fue lo dulce que era Rose. Sea cual sea el motivo, Lisa no decidió cuestionarse y se quedó hablando con ella toda la noche.

Fue tan solo la primera de muchas