HIDING; [YOONJIN + TAEJIN]

|Casi Calma.

Hubiera querido que la situación no fuera tan traumática, pero estábamos aquí. La mansión estaba frente a nosotros, acechándonos, lista para atacar. Nuestra madre ya entraba. mientras, yo y Jisoo tan solo seguíamos observando nuestro hogar. Era gracioso llamarlo así; estaba consciente de que para Jisoo no lo era y para mí por un tiempo fue un martirio vivir allí. Pero había buenos recuerdos, momentos perdidos. Ahora lucia tan diferente, no era encantadora, algo contradictorio.

Mi mano con la de mi hermana se buscaron en la necesidad de apoyo, nuestros dedos se entrelazaron y me sentí más seguro. Nuestros pasos se dirigieron hacia la entrada, una de las empleadas seguía esperando que nos adentráramos. Nos acercamos apretando fuertemente nuestro agarre e ingresamos.

Nuestra ama de llaves Eunjung nos miró nostálgica en cuanto nos vio, sentí la presión, yo sabía ella estaba al igual que nosotros, mal por la noticia. Y pensar que esta era la primera vez que estaba frente a ella luego de ese día—, Jóvenes Kim...Lamento su perdida.

—Gracias, señora Eunjung —decimos al unísono con una pequeña sonrisa que denotaba nuestro estado de ánimo.

La señora Eunjung nos sonríe de igual manera, ¿qué más podía decir? Ni siquiera nosotros sabíamos que comentar.

—Volveré a mis quehaceres...Por cierto, joven Seokjin, su cuarto está listo. —Da una media vuelta tras las palabras, desapareciendo hacia la cocina.

Jisoo y yo, no nos soltamos, el funeral había hecho que nuestras emociones se agitaran y podía entrever que uno de los dos estaba a punto de caer. ¿Qué debíamos hacer? ¿Ir a nuestros cuartos? ¿Y nuestra madre? Había desaparecido en la casa, apenas y nos había hablado. Hubo tanta gente, tuvimos que conversar con personas que incluso no conocíamos y escuchar murmullos sobre la muerte de nuestro padre, de las causas y la investigación.

—Ven —dijo Jisoo tirando de mi mano. Estoy extrañado, su aura cambia de inmediato. Algo nerviosa nos hace subir por las escaleras y mi corazón se encoge porque los pasillos me recuerdan a momentos, cosas cotidianas que ya no tendré. Mi hermana en definitiva oculta algo y lo sé por la forma en la que luce, conozco a Jisoo.

Nos lleva a su cuarto, cierra la puerta y suelta mi mano. Comienza a caminar de un lado a otro tocando su ropa, ansiosa. Sé que quiere decir algo, pero parece costarle. Toca su cabello, respira hondo tratando de calmarse. ¿Qué te ha sucedido?

—He oído algo en el funeral —escupe con la voz rota. Volteo los ojos, lo que menos había que hacer era oír comentarios inadecuados—. No me mires así, hablo en serio Jin.

No quería oír nada relacionado con el funeral; Mucha gente decía cosas buenas, pero otras creaban especulación, y no debíamos dejarnos llevar por rumores que podían hacernos paranoicos.